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  • Diario del AltoAragón

El homenaje de la ciudad

Sanitarios, a la izquierda, y la familia de La Confianza, tras recibir el homenaje de la ciudad de Huesca.
Sanitarios, a la izquierda, y la familia de La Confianza, tras recibir el homenaje de la ciudad de Huesca.
Rafael Gobantes

HUESCA entregó anoche su máximo reconocimiento, la Parrilla de Oro, a Ultramarinos La Confianza, ese comercio local tan nuestro, que cumple 150 años, y que, al mismo tiempo, ha dado la vuelta al mundo con el apellido: la tienda de ultramarinos más antigua de España. Sus apellidos reales son Sanvicente, el de María Jesús; y Villacampa, el de su hijo Víctor, siguiente generación; vecinos que siempre han colaborado con la ciudad y las fiestas laurentinas y que mecerían esta distinción. Fue también un momento para aplaudir la labor de los sanitarios durante la pandemia y los esfuerzos que siguen haciendo para paliar los efectos de la covid-19. Todos ellos recibieron el reconocimiento que sirvió, a su vez, como recordatorio de por qué no hay fiestas.

Por primera vez, no se entregó la Parrilla de Oro el día 9 de agosto, en el acto previo al lanzamiento del cohete, en el Salón del Justicia del Ayuntamiento. El Palacio de Congresos acogió ayer una gala en la que el reconocimiento cobró mayor protagonismo, sin las apreturas del reloj que se acerca peligrosamente a las 12:00 ni del espacio solo para los imprescindibles. Tampoco la pandemia permitía aprovechar todo el aforo del Palacio de Congresos, pero sí un público reducido para arropar a los homenajeados. No hubo fiesta, pero San Lorenzo estuvo presente y, por supuesto, la emoción en el pausado relato de María Jesús que devolvió al auditorio imágenes laurentinas y levantó de nuevo ante sus ojos el antiguo mercado frente a su escaparate. Y de pronto parecía percibirse ese olor de la tienda tan característico para los oscenses: una mezcla del bacalao, orejones, especias, productos de la tierra... Quizá se vuelva a retomar la cita el día 9 o se apueste por una gala y, tal vez, abrirla al público, aunque hoy es mucho soñar.