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25 años del refugio de Pineta

Visita inaugural de las obras al refugio de Pineta
Visita inaugural de las obras al refugio de Pineta
S.E.

EL REFUGIO DE PINETA cumple 25 años con una renovación de sus instalaciones para continuar prestando servicio a los montañeros. Tras el parón por la covid, los refugios vuelven a trabajar y necesitan inversiones para actualizar sus servicios y que sigan resultando atractivos a los usuarios. Son edificios emblemáticos por ser seña de identidad de nuestro territorio, que se antojan como pequeños templos cuando se presentan ante los ojos del montañero exhausto, que ansia quitarse las botas, un plato caliente y descanso. Por ello, es necesario mejorar sus condiciones.

En este caso, se han destinado 240.000 euros gracias al Plan Anual de Refugios de Montaña de la Diputación Provincial y a la aportación de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM). Pero no es un gasto, sino una inversión, porque los refugios atraen turismo y redunda en la economía de la zona, sin despreciar el empleo que generan. Con esta renovación, también se mejora la vida de los guardas. Su figura es fundamental en nuestras montañas, ya que acogen a los montañeros pero también cuidan del entorno.

La inversión en el refugio de Pineta es una más de las que se han realizado en los últimos años o se han planificado para crear alojamientos de estas características que permiten incluso revitalizar zonas. Así se ha demostrado con el refugio de Cap de Llauset, en Montanuy, por el que se hizo una gran apuesta entre la DPH, la FAM y el Ayuntamiento.

El último proyecto es la construcción de un nuevo refugio de montaña en Nocito, a los pies de Guara, donde se rehabilitará Casa Lardiés. Además, se va a crear un nuevo salón multiusos. En este caso, es gracias a un convenio entre la Diputación Provincial de Huesca, el Ayuntamiento de Nueno y Peña Guara. Los refugios suponen un revulsivo económico.

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