Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Balance laurentino

Aglomeraciones en la tarde del día 9.
Ambiente en el centro de Huesca en la semana de San Lorenzo. 
Pablo Segura

Las ‘no fiestas’ de San Lorenzo finalizan con un buen balance para el gobierno municipal: 28 propuestas de sanción por incumplimiento de toque de queda, cuatro denuncias por no llevar mascarilla, tres a establecimientos por superar el número de mesas, una por exceder los límites en reuniones sociales, seis por ruidos, once por alcoholemia... y así unas cuantas más de diversa índole. Además, dos detenciones por violencia doméstica. Nada fuera de lo esperado, incluso las concentraciones de jóvenes del día 9 en la calle Argensolas o en la plaza de los Fueros. San Lorenzo no se ha descontrolado aparentemente, mientras los contagios y con ellos esta sexta ola remite. Con todo, a ver qué pasa en quince días y si afloran más ‘fiestas’ ocultas que quedan fuera de las cifras de las sanciones. No obstante, los dos primeros días de San Lorenzo fundamentalmente se respiraba un ambiente sano, de ‘fiesta’ sin fiestas, y eso también es de agradecer porque da vida sin quitar seguridad. Ese equilibrio es el que hay que mantener.

El toque de queda y las limitaciones horarias de la restauración y el ocio nocturno han ‘salvado’ esas noches que podrían haberse hecho eternas en las calles de la capital. Ahora, la restricción del horario nocturno está a punto de levantase y fuera ya de los días clave en Huesca no parece que haya tanto peligro. Con todo, seguimos en pandemia, tanto en la capital como en los pueblos donde no hay toques de queda y donde en muchos el día grande de sus fiestas está por llegar. Las restricciones nunca son bien recibidas pero, una vez superadas, se demuestran necesarias.

El comportamiento en Huesca pone de manifiesto el compromiso de la ciudadanía y la responsabilidad como sociedad. ¡Adiós, San Lorenzo, adiós! Pero el año que viene queremos verte en la calle.