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  • Diario del AltoAragón

La supresión de cuadrillas de extinción

En verano con el calor hay más riesgo de incendios.
En verano con el calor hay más riesgo de incendios.
M.B.

Cuando la provincia acaba de sufrir una ola de calor y de sofocar varios incendios forestales en días de alerta máxima, se ponen sobre la mesa los planes para suprimir cuadrillas de extinción de incendios. No es el mejor momento para tomar esta decisión de reducir las cuadrillas de las 19 actuales a 11. Concentrar los operativos en menos puntos solo puede generar problemas para cubrir el territorio con mayor rapidez y, por tanto, seguridad, que de eso se trata. Con una orografía como la de nuestra provincia, es fundamental que las cuadrillas se encuentren muy repartidas. El Parque de Guara, por ejemplo, no puede quedarse sin efectivos y que se concentren en Barbastro, como se plantea. Si hubiera un fuego en Betorz, tardarían una hora en llegar. No es efectivo.

Los presidentes de las diez comarcas de la provincia de Huesca han rechazado el modelo del operativo planteado por el Gobierno de Aragón a través de su director general de Gestión Forestal, Diego Bayona. Precisamente, gestión forestal es lo que alcaldes de cualquier comarca, especialmente las pirenaicas, llevan pidiendo desde hace años para evitar la existencia de amplias masas boscosas sin administrar, donde los incendios se propagan con mayor facilidad.

Los efectivos de extinción, más allá de prestar servicio al territorio, asientan población. Vecinos de pequeñas localidades han encontrado con estos puestos de trabajo que se generan la manera de quedarse en su pueblo, mientras que otros se han asentado gracias a este trabajo. La reorganización de las cuadrillas rompe con esta armonía y, según como se defina, ya no será apetecible vivir en el entorno. Como sucede en servicios de bomberos de capitales, los profesionales se concentran las jornadas y viven a kilómetros. Si se cambia, que sea a mejor.

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