Opinión
Por
  • José Víctor Alfaro (Director General de Podoactiva)

La burbuja del emprendimiento

Podoactiva estrena su nueva Unidad Móvil para seguir acercando el cuidado del pie al medio rural de Aragón
Unidad Móvil de Podoactiva
S.E.

Quien escribe este artículo es un auténtico apasionado de la innovación, las nuevas tecnologías y el emprendimiento. Ahora bien, creo que en los últimos años estamos asistiendo a la creación de una “burbuja” con el tema del emprendimiento similar a la que en otros tiempos hemos vivido con otros sectores.

Creo que no hay nada más motivacional para muchas personas que perseguir sus sueños y ser el dueño de su propio destino.

Nosotros comenzamos fabricando las primeras plantillas usando el motor de una nevera que sacamos de una chatarrería. Hoy contamos en Huesca con la planta más avanzada del mundo en cuanto a diseño y fabricación de plantillas personalizadas. Y os puedo asegurar que este camino ha sido apasionante y volvería a comenzarlo hoy sin ninguna duda.

Es verdad que para que las cosas funcionen hace falta mucho más que una idea. Las ideas son imprescindibles porque sin idea no hay proyecto. Pero la parte más entretenida de emprender no está en la idea sino en la ejecución de la misma. Y esa ejecución, cuando comienzas de cero como ha sido nuestro caso, incluye aportar al proyecto toda tu energía, encontrar un equipo que haga suyo ese proyecto y empuje con todas sus fuerzas, contar con el apoyo de tu familia para que entienda un estilo de vida que a veces hace muy difícil conciliar lo profesional y lo personal, entender que parte del aprendizaje va a ser fallar en muchas ocasiones y volverlo a intentar, buscar financiación, arriesgar lo mucho o poco que tengas porque lo habitual (por lo menos en mi caso así fue) es que tengas que avalar con tus bienes personales para que el banco te de la financiación que necesitas, entender que los planes de negocio dibujados en un papel suelen tener poco que ver con lo que finalmente acaba pasando (“el papel lo aguanta todo”) y dedicar casi siempre como mínimo “media jornada” a tu proyecto (de 9 a 21h por ejemplo)…

Ahora han proliferado mucho multitud de consultorías y distintos tipos de estructuras vinculados con el fomento del emprendimiento. De hecho el fomento del emprendimiento se ha convertido en un negocio en sí mismo para mucha gente. He visitado muchos y he sido invitado a participar en bastantes como ponente contando nuestra experiencia.

En algunos de estos lugares he podido ver un guion a modo de manual del buen emprendedor que suele incluir cosas como estas: “ten una buena idea, crea una historia con esa idea, haz una presentación espectacular,… poniendo muchas veces más el foco en el envoltorio que en el contenido real del proyecto”

Se ha creado como una especie de Show en el que resulta muy glamouroso tener una StartUp. A menudo me resulta complicado diferenciar donde termina la Startup y donde comienza la Empresa (entendiendo que hoy en día es difícil que una empresa no tenga una parte clave de innovación y de aplicación de nuevas tecnologías). He visto proyectos que seguían denominándose StartUp pasados 10 años de su creación. Al igual que no se donde está la diferencia entre un emprendedor y un empresario. Siempre me he considerado emprendedor y no creo que ese término tenga que ir vinculado a tu edad o al tamaño de la empresa. En mi opinión ser emprendedor es una actitud.

Cuando a veces he visto esta especie de concurso en el que tienes que presentar tu proyecto empresarial en el tiempo en el que un ascensor sube a un edificio (planteamiento muy americano este del “elevator pitch”), la verdad es que me cuesta dejar de verlo como un puro entretenimiento.

En ocasiones un buen monologuista, con una idea plagiada y muy poca capacidad de esfuerzo para ponerla en práctica, ha convencido a un jurado porque lo ha contado “con mucha gracia” en los 3 minutos previstos…

La mayor parte de proyectos interesantes no se pueden contar en 3 minutos. Ni todas las personas con ideas brillantes y capacidad para llevarlas a cabo son monologuistas excepcionales.

En algunos casos estamos viviendo lo que yo denomino “el doble engaño del emprendimiento”.

Por un lado un emprendedor que se inventa una historia (que realmente no le ha pasado) simplemente para presentar como innovadora una idea que en muchos casos es absolutamente copiada de otro emprendedor o empresa. El objetivo es encandilar a un inversor para que apueste por un proyecto que tiene poco más por debajo que el monologuista que lo ha presentado. Por otro lado, tenemos a determinados inversores que disfrazados de “ángeles” intentar comprar un buen proyecto a precio de saldo, sabiendo que de cada diez inversiones sólo acertarán con una. O sea que tenemos a un “emprendedor” intentando aprovecharse de un “inversor” y lo mismo en la dirección contraria…

Esto lógicamente no es siempre así, pero creo que es más frecuente de lo que debería.

En mi opinión la base de que las cosas funcionen debe de ser la honestidad. Cuando las cosas son de verdad, casi siempre acaban funcionando.

Cuando tienes que inventarte una historia que no es la tuya casi seguro que al final del camino la cosa no saldrá bien.

Yo no soy ningún gurú ni pretendo serlo pero si tuviese que dar algunos consejos para alguien que quiere emprender, sería desde mi perspectiva de “tipo normal de pueblo” ,que es lo que me considero y desde mi propia experiencia:

-emprende en aquello en lo que seas realmente experto

-cuenta tu historia real. No hace falta que seas el primero ni el único en hacer algo. Cuenta tu verdad.

-piensa permanentemente en cómo puedes mejorar lo que haces. Es importante entender la innovación como un camino, no como una meta.

-rodéate de un equipo que sean buenas personas y buenos profesionales (en ese orden).

-prueba tu idea o tu negocio en pequeño. No hace falta que tengas grandes inversores. La ventaja de probar las cosas en pequeño es que las equivocaciones y los errores también son en pequeño.

-aprende a delegar. Delegar no es ordenar a alguien que haga algo. Delegar implica cumplir un proceso de 4 fases que habitualmente no hacemos. Ese proceso es el siguiente: 1.-Yo hago y tu miras. 2.- Hacemos las cosas juntos 3.- Tu haces y yo miro 4.-Lo haces tu sólo

-visualiza siempre hacia donde quieres llegar pensando en grande pero no te olvides nunca del punto de partida. Creo que es muy importante pensar en grande pero con la humildad de saber que eres pequeño.

-Intenta que en tu equipo no se cuele un “cenizo”. El cenizo/quejica es esa persona que permanentemente va a poner el foco en lo negativo y se va a quejar de todo… y te va a quitar una parte muy importante de tu energía.

-Por último y lo más importante. Ayuda a toda la gente que puedas. No hay ninguna estrategia mejor para que un proyecto crezca que ayudar a todo el que puedas. Eso te va a generar una cadena de sinergias positivas increíble. En mi caso personal creo que he recibido mucho más de lo que yo he dado. Que la gente quiera ayudarte te hace navegar siempre con el viento a favor. Y el secreto está en ayudar sin esperar que esa persona te lo devuelva. Será la vida la que te lo acabará devolviendo con creces . Y de eso si puedo hablar por experiencia propia.

Quiero terminar este artículo diciendo que la experiencia de emprender puede ser apasionante pero no es ni mejor ni peor que otra opción laboral o de vida. Sólo debe emprenderse ese camino después de una reflexión personal profunda y valorando de forma realista tanto los pros como los contras.

Lo importante es que cada uno sea partícipe de crear su propio destino, de la forma que sea.

La vida es una aventura apasionante. Elijas el camino que elijas es importante perseguir tus sueños, rodearte de buena gente y disfrutar del camino. l