La recuperación social
La pandemia ha disparado el consumo de alcohol, cocaína y speed. La Fundación Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (Proyecto Hombre-CSIH), que trata estas adicciones, ha vuelto a lanzar un SOS para llamar la atención sobre esta realidad. No es la primera vez que se habla de adicciones, de agravamiento de enfermedades mentales graves o de suicidios desde que comenzó la pandemia. Cifras en aumento y opiniones de expertos ponen en el foco una realidad para la que tiene que existir también una plan de recuperación.
Las cifras ayudan a evidenciar el problema, pero este va mucho más allá de los números y se traduce en verdaderos dramas familiares. El consumo de alcohol en la soledad del hogar se ha incrementado un 30 % y, en cuanto al perfil, aumenta el número de mujeres entre los 45 y 55 años afectadas por la crisis. Por otro lado, el consumo de cocaína también ha crecido un 10% y vuelve a utilizarse el speed. En este caso, preocupa por su agresividad, que afecta a chavales de unos 20 años, que iniciaron el consumo entre los 13 y los 15 años. Los datos piden a gritos la intervención social y un verdadero plan para paliar las consecuencias psicológicas de la pandemia.
El plan de recuperación, como apuntamos en este mismo espacio en torno al Día Mundial de Prevención del Suicidio, no puede ceñirse exclusivamente al ámbito económico. El problema económico y laboral que ha ocasionado la pandemia ha sido una de las causas de este aumento en las cifras de adicciones, pero no la única. La ciudadanía necesita una recuperación social porque muchas personas se han aislado, han perdido afectos y abrazos tan necesarios para una sociedad sana. No podemos lamentar hoy los datos y no hacer nada mañana.
