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A la pista de baile

Primera noche sin limitación de aforos en el ocio nocturno.
Primera noche sin limitación de aforos en el ocio nocturno.
Pablo Segura

La pista de baile ha pasado de ser el lugar prohibido en los últimos 18 meses a convertirse en el centro de la fiesta nocturna, que tantas ganas había por recuperar. Así se ha visto en los pubs y en las zonas de marcha nocturna de la capital oscense, donde la primera noche de apertura se vivió una auténtica fiesta, pero sin descontrol ni incidencias. Aunque ya se permite el 100 % del aforo y el uso de las barras, sigue siendo obligatorio la utilización de la mascarilla en interior y también en el exterior cuando no se cumple la distancia de seguridad.

El levantamiento de las restricciones ha llevado consigo también el fin de los ertes en el sector, ya que no solo los empleados han regresado a sus puestos, sino que incluso se han hecho nuevas contrataciones en algunas empresas para atender la demanda.

Los bares diurnos, que han ido paliando la situación con las terrazas, han recuperado también todo su espacio interior y, especialmente, las barras, ese elemento clave en el establecimiento que facilita la socialización entre clientes y el contacto más directo con los profesionales. Las barras vuelven a ser un lugar de paradas y de encuentros a veces fugaces y otras veces casi eternos. Y ahora se antojan como ese lugar idílico del pasado en el que volver a apoyarse para generar nuevos recuerdos.

La duda que tiene ahora el sector del ocio nocturno es si se recuperará la costumbre de salir hasta altas horas de la mañana, cuando en este tiempo los más jóvenes apenas lo han conocido y se han acostumbrado a las terrazas. Si la pandemia cambia la forma de salir, está por ver, pero por el momento el sector respira y los clientes también. Bailes con mascarilla, pero bailes al fin y al cabo.

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