Opinión
Por
  • Carlos García Martínez

La unión de las estaciones

Ya está a la venta el bono 100k para Astún y Candanchú
La unión de estaciones sigue adelante.
S.E.

La mejor noticia que podíamos esperar acaba de producirse. Ya, casi sobre la marcha, con plazo y presupuesto, la primera fase de la unión de estaciones comenzará con las del valle del Aragón, valorada en 9,3 millones. El remonte partirá de la parte baja de Candanchú hasta La Raca. Una segunda fase incluirá la telecabina que unirá Benasque con Cerler y los accesos a Montanuy para ampliar el dominio esquiable por el valle de Castanesa, con un coste de 12,9 y 9 millones, respectivamente. Entre las anteriores prioridades deberían incluirse las conexiones desde Canfranc a Candanchú, y a Formigal por la canal de Izas- proyecto que se barajó en su día-, actuaciones que conectarían las estaciones de los dos valles a un precio razonable y garantizarían la rentabilidad del Gran Hotel de la Estación.

Se dice que “la gran intervención” sería conectar Astún con Formigal a través de Canal Roya con dos telesillas y una estación intermedia o una telecabina directa, con un coste sobre 40 millones y que el conjunto de las actuaciones podría crear un importante complejo, con una capacidad de alojamiento de 40.000 turistas por día y 100.000 esquiadores por hora, cifra que a buen seguro no se vería alterada si se anticipa la unión a partir de Canfranc.

Conocida desde mis tiempos montañeros la realidad física de esos valles y montañas en todo tiempo y con mis posteriores responsabilidades públicas, me atreveré a valorar las esperanzadoras noticias: Descontada la lógica prioridad - dado lo absurdo de que no se haya producido antes- de la unión de Candanchú con Astún, la segunda fase supone un gran acierto y una novedad al contemplar los enlaces de las pistas con poblaciones en su base, como sucede en muchas estaciones alpinas como Crans-Montana y de la que es referencia excelente en el Pirineo la de Saint-Lary, inmediata a Bielsa. Hecho sobre el que llamo la atención por el contraste con el problema que supone para las estaciones del valle del Aragón no disponer de una base urbana dotada de aparcamientos suficientes y otros servicios generales. Circunstancia que se vería atenuada con la ampliación de aparcamientos en Canfranc y la abundancia de espacio en Villanúa, desde donde se dispondría, en fechas de grandes aglomeraciones, de autobuses o microbuses lanzadera.

Tales consideraciones me conducen a considerar discutible, aparte de por su elevado coste, esa “gran intervención” final que se anuncia, la de conectar Astún con Formigal a través de la cresta de Canal Roya con varias alternativas. De llevarse a cabo esa intervención debería construirse la que incluye una estación intermedia en la zona de los ibones de Anayet, un espacio de gran belleza, lo que supondría, además de disfrutar de la panorámica en todo el trayecto, un remate sensacional del conjunto de proyectos.

Concluyendo: creo que lo más conveniente es acelerar en lo posible las dos primeras fases y posponer el enlace por la cresta del fondo de la Canal Roya hasta después de enlazar Canfranc con Formigal y las estaciones del valle del Aragón. Ahora o nunca, porque todo ello puede hacerse aprovechando los fondos europeos y el impulso general a una candidatura olímpica.