Opinión
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  • Diario del AltoAragón

La sostenibilidad de la agroalimentación

El proyecto europeo Grapevine ayudará a digitalizar el sector agroalimentario aragonés
La pandemia ha dado a la humanidad es la importancia de la agroalimentación. 
G.A.

Una de las lecciones que la pandemia ha dado a la humanidad es la importancia de la agroalimentación, que si bien siempre se ha sabido que es esencial, se ha mostrado más que nunca también como un sector estratégico. El sector primario es uno de los motores económicos de la provincia de Huesca, lo ha sido siempre, y además es una gran potencia, líder en algunos cultivos.

Sin embargo, parecía que se nos había olvidado con la conversión al turismo, cuando la realidad ha demostrado que la convivencia de ambas actividades es lo que funciona. En los últimos años, unos cuantos ya, el impulso a la industria agroalimentaria, a la transformación para generar valor añadido, se había convertido en una especie de consigna que aparecía en todos los discursos y planes posibles. Ha costado que comenzara a desarrollarse, pero en algunos subsectores, la provincia despunta. Con todo, todavía hay mucho margen de crecimiento.

La llegada de los fondos europeos es una gran oportunidad para avanzar en esa transformación de la producción, porque requerirá de inversiones. El sector plantea, como se ha expuesto en la Mesa de Redacción Agroalimentaria organizada por el BBVA y Diario del AltoAragón, un desarrollo sostenible y la necesidad de aumentar la exportación. La sostenibilidad, sin descuidar la rentabilidad y la necesidad de ser competitivos, tiene que formar parte de cualquier plan de desarrollo del sector, para mantener nuestra naturaleza exhuberante como atractivo turístico. Ambos motores tienen que funcionar de la mano, porque la actividad agrícola y ganadera mantiene el paisaje y el turista quiere probar los sabores de nuestra tierra. Por una Huesca mágica y sostenible.