Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Pendientes del TSJA

Javier Lambán
Javier Lambán
E.P.

LA INCERTIDUMBRE vuelve a acodarse en la barra del bar y a girar por la pista de baile del ocio nocturno. El sector en Huesca vuelve a estar pendiente, sin saber qué sucederá pasado mañana, de la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) de autorizar al Gobierno autonómico para implantar el pasaporte covid en celebraciones, ocio nocturno y eventos de más de 500 personas en interior y 1.000 en exterior. Una de las cuestiones que se les plantean es cómo se verificará el documento y qué sistema de control habrá, porque esta medida también les exigirá más personal.

De nuevo vuelven a la inestabilidad, aunque esta situación ya es conocida para ellos porque sobreviven así desde el inicio de la pandemia. Una vez más se quejan de que siempre se les sitúa como el origen de los contagios y se preguntan por qué no pasa en supermercados, centros comerciales, teatros... El sector de la hostelería ha demostrado una gran capacidad de adaptación al incorporar todas las medidas y abrir y cerrar en los periodos u horarios que se les han marcado. Sin duda, volverán a hacerlo.

Es cierto que en las celebraciones y reuniones, en muchas ocasiones en espacios privados, es necesario quitarse la mascarilla para consumir o las distancias pueden relajarse, pero nunca se ha mostrado la hostelería como un lugar de contagio.

Es el segundo intento de la DGA para implantar el pasaporte covid y, aunque no hay muchas experiencias -se usa en Galicia, mientras Navarra y País Vasco también están pendientes de la justicia-, habrá que ver cómo se aplica y los resultados. Cuando se implantan medidas, hay que tener en cuenta los mecanismos de control y ayudar al sector para mantener una actividad económica vital en la provincia.