Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Un nuevo centro de salud

La manifestación comenzó en Santo Domingo y finalizó en el solar de la antigua cárcel.
La manifestación comenzó en Santo Domingo y finalizó en el solar de la antigua cárcel.
Pablo Segura

LA MANIFESTACIÓN de este sábado en Huesca para reclamar un nuevo centro de salud en el Perpetuo Socorro, para una de las tres áreas en las que se divide la capital oscense, fue la expresión del hartazgo de décadas de reivindicación. Ya hace tiempo que se unieron en concentraciones los vecinos de los barrios de Santo Domingo y San Martín, Perpetuo Socorro y Casco Viejo y este sábado caminaron juntos y recorrieron una vía principal de la ciudad, entre la plaza de Santo Domingo y el solar de la antigua cárcel, para exigir una mayor dotación presupuestaria, la licitación de las obras en 2022 y un calendario de inicio y finalización. Urgen unas nuevas instalaciones adecuadas a las necesidades de los 16.000 pacientes que dependen de este centro y de los profesionales que tienen que lidiar a diario con la falta de espacios para desarrollar la actividad diaria.

En este tiempo de pandemia, se ha puesto más de manifiesto que nunca la necesidad de contar con unos buenos servicios sanitarios y con unas instalaciones amplias. Los locales que ocupa en la avenida de Ramón y Cajal siempre han sido insuficientes y se han ido poniendo parches, pero hay que adoptar una solución urgente. Los servicios de pediatría, por ejemplo, se encuentran en la segunda planta del Hospital Sagrado Corazón (Provincial), por lo que el acceso para los recién nacidos y para los ingresados en este centro, donde hay muchos pacientes geriátricos, es el mismo. Construir un nuevo centro de salud es una demanda vecinal histórica, como lo fue también el Centro de Salud de Los Olivos o la ampliación de Urgencias del San Jorge, ahora en marcha; y como lo está siendo, con graves necesidades también, el Centro de Salud de Barbastro. La sensación es que hay que pelear por lo que tendría que ser normal.