Opinión
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  • Diario del AltoAragón

La temporada de nieve

Nieve en la estación de Astún.
Nieve en la estación de Astún.
Rafael Gobantes

Empieza una temporada de nieve que promete dar mucha felicidad. La da ya ver caer los primeros copos, lanzar las bolas a traición, meter las botas en la nieve virgen y más todavía, como en esta ocasión, cuando no hay que ir en busca de la nieve, sino que llega a la puerta de casa. La gran nevada del otoño ha dejado un Pirineo blanco y unos espesores que van a dar muchas satisfacciones a los amantes del deporte blanco. El estreno de la temporada se adelanta y se hará de forma escalonada con la apertura de Astún el día 1, de Candanchú el día 2, y del resto de las estaciones de Aramón el día 3. Tras una pasada temporada frustrada, es importante encarar el invierno con estas perspectivas y con una calidad de nieve que enganche a los visitantes desde el primer día.

El sector de la nieve necesita recuperarse porque es uno de los motores económicos de los valles pirenaicos, que arrastra o empuja a muchos otros negocios. Y no afecta solo a la hostelería, también a la inmobiliaria, el taller mecánico o la peluquería. Genera economía en la zona, pero también empleo y eso es población y consumo. Sobran las palabras para explicar un situación que se vio claramente el invierno pasado. Este se presenta ya de otra manera.

Que la temporada comience el puente la de la Constitución ha sido siempre una buena señal. Pero, además, esta vez empieza con nieve abundante en las pistas y bajas temperaturas para asegurar su mantenimiento y permitir el refuerzo con los cañones de innivación artificial. La maquinaria ya está en marcha desde hace días en las estaciones para volver a hacer sentir y soñar a los esquiadores que eligen el Pirineo como uno de los mejores destinos de nieve. ¡A disfrutar de la nieve!