VUELVE el XXIX Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur con más fuerza, con más días de actuaciones y más artistas que nunca. Del 15 de julio al 6 de agosto, la música sonará entre las montañas del valle de Tena, desde el Auditorio Natural de Lanuza al que se subirá en primer lugar Estopa, una oferta muy comercial dentro de un cartel muy ecléctico con músicas actuales, de raíz, populares... Con esta variedad, el objetivo es conectar con nuevas audiencias y con un público más joven. Llegar a esta población es garantía de futuro.

Por el momento, el éxito ya es volver. Tras un tiempo en el que en la calle aficionados a la música se planteaban si Pirineos Sur se suprimiría, la presentación de ayer permite volver a soñar. Y, sobre todo, a empezar a planificarse el verano. Hay ganas de música en vivo, de conciertos lo más multitudinarios posible y de sentir con los artistas. Regresar de nuevo a ese escenario al aire libre, más importante que nunca, con un manto de estrellas como tope para los aerosoles, ofrece un respiro en medio de esta situación epidemiológica de la que no acabamos de salir.

El regreso de una de las programaciones musicales más ricas y esperadas de la provincia de Huesca es una gran noticia y un reclamo también para visitantes. La apuesta de este año quiere mantener la esencia, pero también captar a un público más joven con propuestas que quizá en otros tiempos no hubieran tenido cabida. Al final, se busca coherencia, diversidad y nuevas propuestas capaces de renovar un formato de éxito, que además crece y gana un fin de semana más. Pirineos Sur es una seña de identidad de nuestra provincia que tiene que seguir cosechando aplausos.