Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

Nuevas restricciones

Primera noche sin restricción de aforos en el ocio nocturno.
El ocio nocturno en la capital altoaragonesa.
Pablo Segura

LA HOSTELERÍA cerrará a las 0:00 y el ocio nocturno a las 2:00, se prohíbe el consumo en barra y se limitan los grupos a 10 clientes por mesa. Adiós a la pista de baile y todos sentados. Son las medidas anunciadas por el Gobierno de Aragón que entran en vigor esta medianoche para intentar frenar el coronavirus, que se ha disparado hasta alcanzar cifras récord en la pandemia. Es la solución adoptada por esta comunidad que ha buscado medidas “homogéneas” con otros territorios. Una vez más el Gobierno central ha dejado la última palabra a las CCAA en un asunto en el que se echa en falta decisiones que deriven en situaciones idénticas para todos cuando el problema es el mismo. Ha sucedido muchas veces en esta pandemia y siempre se ha criticado la falta de liderazgo y la labor de coordinación del Ejecutivo de Sánchez.

Esta situación se traduce en cambios de última hora que afectan al ciudadano, que ya no sabe si podrá asistir a la fiesta del 31 para la que tiene la entrada o si le merece más la pena pedir la devolución porque cerrará a las 2:00; y, por supuesto, a la hostelería, que tampoco tiene claro si se la tiene que devolver o si le merece la pena celebrarla. En esta ocasión el cambio no es solo de un día para otro, porque la normativa entra hoy en vigor, sino a cuatro días del fin de año. Con todo, seguro que muchos ciudadanos han sido más previsores que el Gobierno central y, en vista de los datos, ya han tomado sus medidas, pero con tantas incertidumbres las decisiones se toman mal. Lo mismo les sucede a los hosteleros que, de nuevo, se encuentran con prohibiciones que se podrían haber adoptado con mayor antelación, porque la escalada de datos no ha sido de un día para otro y de esta séptima ola llevamos muchos días hablando.