EL VIVAC o la acampada nocturna se prohíbe en el valle de Ordesa, mientras en el resto de los sectores del Parque Nacional se permite a partir de una determinada altura: 1.650 metros en Añisclo, 1.800 en Escuaín y 2.550 en Pineta. Hasta ahora, en esta zona estaba autorizado a partir de 2.500 metros, pero es una medidas más que se ha adoptado ante la proliferación de tiendas de campaña y, con ellas, la generación de residuos. Con todo, hay una excepción, que es el entorno del refugio de Góriz, donde se permitirá que acampen hasta 90 personas mientras duren las obras del refugio y, después, en caso de que se completen las plazas hasta 50. Es necesario establecer limitaciones para garantizar la conservación del entorno en las áreas donde hay una mayor afluencia, como el sector Ordesa. De hecho, de estas medidas depende que se siga manteniendo un espacio que atrae cada año a miles de visitantes.

En concreto, esta responde a una modificación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), en la que se también se contempla que las autorizaciones para llevar material en helicóptero a posibles obras que se realicen o para realizar cualquier tipo de filmación las tiene que conceder la Administración autonómica, mientras que la Administración del Estado solo concederá la necesarias para los vuelos de emergencias y operaciones especiales, por lo que la DGA asume un mayor control.

El Patronato de Ordesa también ha tenido sobre la mesa, y en más de una ocasión, el planteamiento de adoptar otras posibles medidas restrictivas como la prohibición de perros, pero por el momento pueden seguir entrando si van atados. Las medidas se tienen que entender como una forma de protección.

Diario del AltoAragón