Opinión
Por
  • Fernando Jáuregui

Nace la 'Feijóomanía', o algo parecido

Alberto Núñez Feijóo en el XX Congreso Extraordinario del Partido Popular
Alberto Núñez Feijóo en el XX Congreso Extraordinario del Partido Popular
EFE

Alberto Núñez Feijóo clausuró este sábado el congreso del partido Popular que le eligió como su nuevo presidente con un discurso en el que, sin citar ni una sola vez a Vox, se distanció claramente del partido de Abascal y ofreció, con un lenguaje inédito hasta ahora en el PP --y en el de casi todos los partidos--, colaboración al Gobierno para una larga serie de objetivos, entre ellos destituir a las ministras de Podemos. 

Fue un parlamento de una hora, que encendió los entusiasmos de los más de tres mil asistentes y en el que rechazó la “política del enfrentamiento”, llamó a unirse a la ‘España común’ para todos y enfatizó: “Que nadie cuente conmigo para participar en este entretenimiento infantil en que se ha convertido la política española”. 

“Dejó botando la pelota del entendimiento en el tejado de Pedro Sánchez, que es ahora quien tiene que hacer su parte”, me dijo un cercano colaborador de Feijóo, que confesó ignorar si el inquilino de La Moncloa ya ha telefoneado al hasta ahora presidente de la Xunta gallega para fijar un encuentro con él, “pero seguro que lo hará”. El aroma de una posible nueva era en las relaciones entre el Gobierno --que recibió, desde luego, su ración de críticas-- y la oposición ‘popular’ quedó flotando en el recinto donde se celebró el congreso extraordinario del PP, que liquidó, sin mayores alharacas y procurando no hacer más sangre, la ‘era Casado’. 

“No vamos a dejar de hacer oposición ni tampoco vamos a ser el PP que quieren otros partidos”, dijo Feijóo en clara referencia a Vox, al que en ningún momento de este congreso se ha citado de forma expresa, como una clara indicación de por dónde irán las cosas en el futuro. Está claro que en el PP se confía en un ‘efecto Feijóo’ que anime las alicaídas encuestas para este partido. Los mensajes de ánimo lanzados por el nuevo presidente del PP tratan de contribuir a ello: “Lo de España tiene arreglo y lo vamos a arreglar todos juntos”, reclamó. 

Quizá sea cierto que a partir de esta semana la política española, esa tan expresamente criticada por Feijóo en su largo y vibrante discurso de clausura, sea una nueva --naturalmente, mejor-- política. 

Pienso que en este XX congreso del PP, que ha significado una especie de refundación del partido sin decirlo así, se ha dado algún paso en este sentido. Veremos. De momento ha nacido en Sevilla la ‘feijóomanía’, como aquí nació hace treinta y dos años la ‘aznarmanía’, y ha muerto una cierta manera de entender la oposición como entonces se apagó la ‘era Fraga’. El ‘cambio’, palabra citada en no menos de seis ocasiones por Feijóo en su discurso, parece estar llamando a la puerta, al menos a la del PP.