Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Cine en el medio rural

Público de la muestra en esta edición.
Público de la muestra en esta edición.
Espiello

ESPIELLO, el Festival Internacional de Documental Etnográfico, que se clausuró este domingo en Boltaña, es una de esas citas que, por ser habituales, a veces hacen perder la perspectiva de la importancia de que se ofrezca un programa de cine tan exclusivo en el medio rural. ¿Cómo es que existe un certamen de estas características en un lugar del Pirineo? Es ahí, precisamente, en los lugares pequeños donde a veces se da la conjunción perfecta entre gente que ha apostado por quedarse o por ir a vivir allí y que entiende la necesidad de crear una apuesta cultural.

Espiello cuenta con un gran equipo, dirigido por Patricia Español, que desde hace 19 años trae al Palacio de Congresos de Boltaña el mejor cine documental y a los grandes profesionales vinculados a este género, eclipsado por la ficción. Sus películas cuentan grandes historias o lanzan gritos de denuncia de situaciones que se dan por todo el planeta.

El cineasta Javier Corcuera, uno de los mejores documentalistas de este país, recibió  este domingo al máximo galardón del certamen, la Siñal d’onor, en reconocimiento a una trayectoria en la que ha trabajado con otros grandes del cine de ficción como Elías Querejeta o Montxo Armedáriz. Un cine de autor con el que siempre cuenta los temas que le interesan y que, de alguna forma, universaliza. Sus trabajo y experiencias han hecho disfrutar este fin de semana a los espectadores, ávidos de disfrutar del género, entre la espectacularidad que ofrece el entorno.

Espiello es uno de esos ejemplos de dinamismo en el medio rural y de que alejados de los grandes centros culturales se pueden crear propuestas culturales de gran nivel que atraen la mirada de los más grandes. ¡A por la XX edición!