Opinión
Por
  • José María Borrel Martínez

A vueltas con la Atención Primaria

La Atención Primaria en Huesca, en una "calma tensa" ante la cuarta ola de contagios
Centro de Salud de Santo Grial en Huesca.
S.E.

EL 12 de abril es el “Día Nacional de la Atención Primaria”, que por coincidir con la Semana Santa se traslada este año al próximo miércoles 20. Un año más y la misma canción. Se hace difícil decir algo nuevo, diferente a lo que tantas veces hemos repetido. Nada ha cambiado para bien. La caída ha sido en picado. Y seamos realistas, va para largo, sin recursos humanos ni materiales solo caben palabras y buenas intenciones.

Nuestros políticos nos han presentado un plan ideal que hay que ejecutar. Sería injusto no reconocer su esfuerzo, pero sería de necios creer que el problema está en vías de solución.

Abordar la Atención Primaria (AP) implica conocerla, entender que es uno de los componentes del sistema sanitario público, y como tal no se puede rescatar sin hacerlo coordinadamente con el resto, 061 y hospitales, afectados así mismo por el deterioro sufrido. Para empezar, la mejor potenciación de la AP sería creer en ella, lo cual posibilitaría incrementar la tan manida capacidad de resolución.

Medicina Familiar y Comunitaria es una especialidad médica de 4 años, como la mayoría de las especialidades, y lleva camino de quedarse en meros clasificadores o distribuidores de pacientes, ignorando que en Europa y todo el mundo desarrollado se los rifan por su excelente preparación.

El Gobierno de Aragón nos ha dicho que en estos dos años de pandemia, en los que se acusa de que “no se ha atendido a la población”, desde AP se han efectuado 6,4 millones de consultas de medicina, 3,5 de enfermería y 800.000 de pediatría en 2020, subiendo en 2021 a 6,7 millones, 3,7 y 900.000 respectivamente. ¡Estando escondidos! Si recordamos que en AP se solventan alrededor del 90% de los problemas de salud, echemos cuentas. Esta capacidad de resolución, no obstante, es la que queremos y debemos incrementar. Por otro lado, la AP es la especialidad que presta atención integral a la persona así como a la familia, al trabajar dentro de sus casas. Precisamente atender al paciente o accidentado in situ es lo que hace que en pandemia sea el personal sanitario que más ha caído. Poco de esto se valora según parece.

Una de las causas es que no se le hace visible. Prensa: “accidente de tráfico, al lugar acudieron dotaciones de la GC de tráfico, de seguridad ciudadana, de protección civil, de bomberos, del 061…”, y nadie cuenta que cuando llegaron, el equipo de atención primaria llevaba ya un cuarto de hora estabilizando a los accidentados. Quizás es que no tienen esos uniformes para trabajar en la calle como tienen el resto de empleados públicos, o incluso habían acudido con sus vehículos particulares… No se extrañen de esto, son condiciones de trabajo habituales, al igual que hacer turnos de 24 horas y facilitar una sola comida excepto los fines de semana, que se come y se cena.

Esa es otra, contratos de 24 horas para una guardia y según CCAA, para la jubilación solo computa un día, no son tres jornadas de 8 horas. Si lo unimos al precio de la hora de guardia que no llega ni para pagar canguro…, y no entraré en sueldos pues no solo los españoles son los más bajos de Europa, sino que en Aragón estamos a la cola de España. Se van, no quieren trabajar…, nos dicen…, 30, 50 o más contratos anuales, por horas…

La tendencia, ya desde hace tiempo, para abaratar costes, es cubrir plazas de medicina por enfermería, y estas por auxiliares, etc, sin informar de lo que implica en riesgos y pérdida de calidad. También hemos hablado de la gestión de partido cortoplazista frente al pacto a largo plazo. Todo continúa.

Ahora se van a informatizar mejor los Centros de Salud para facilitar el trabajo, pero no se plantea el tema de unificar o al menos hacer compatibles los infinitos programas e historias clínicas que hay a nivel nacional e incluso autonómico.

En el medio rural aún fallan las conexiones, no hay transporte intracomarcal que acerque la población al Centro, es habitual reciclar aparataje del hospital, por ahorrar, al tiempo que mediante el “café con leche para todos” se ha recibido material nuevo que jamás se ha podido estrenar en los consultorios. Quizás no sean las mismas necesidades en Sagasta que en Hecho.

Una vez convencidos nuestros dirigentes de la capacitación real de los profesionales de AP, también se va a distribuir material diagnóstico para todos, como ecógrafos, dermatoscopios, oftalmoscopios…, ¿Cuándo se usarán? Con menos profesionales y menos tiempo confiemos que la solución no sea el clásico “pedimos un esfuerzo más”. Me estoy limitando a plantear cosas invisibles en los despachos si no se baja a vivirlos al centro de salud.

Hay otro problema oculto del que ya avisamos y que preocupa especialmente, pues alimentando como se ha hecho durante años las disputas entre profesionales, divide y vencerás, ahora en muchos centros no hay un equipo de AP sino dos, el de medicina y el de enfermería. Incluso cuatro, pues a medicina y a enfermería de atención continuada se les hace ir por otro lado.

Si vamos sumando, al final lo que se afecta es lo que toda la vida ha sido el Médico de Cabecera, “Mi Médico”, la continuidad asistencial que, ha salido publicado, reduce hasta un 30% la mortalidad. Sí, esa cifra es una de las consecuencias de mantener relación médico-paciente 15 años, además de disminución de la frecuentación, disminución de la hospitalización, ahorro económico…. ¿Hemos explorado esta vía? Cada día está más lejos, y ahora encima con la normalización de doblar cupos día tras otro, peor calidad asistencial nuevamente pero más barato. Luego nos lamentamos de que quedan plazas de difícil cobertura y los profesionales que se van.

No entro en la burocracia, infame e injustificada y que no aporta calidad, ni en otros temas por no extenderme demasiado. Lo cierto es que no podemos esperar gran cosa a corto plazo. El mejor socio de la primaria, el 061, dicen que con menos va a ir mejor. Aquí precisamente no, pero sí que es cierto que con menos se puede hacer más, con gestión sanitaria, no política. Son de sobras conocidos los abusos que se producen confundiendo sanidad pública y gratuita con barra libre, pero ahí el político no quiere entrar. Se piensa más en el voto que en el enfermo.

En fin, adelantándome a la celebración oficial del día 20, vuelvo al principio: no va a ser fácil recuperar lo perdido. Los profesionales seguiremos dándolo todo hasta donde lleguemos, si caminamos juntos toda la sociedad avanzaremos, y para todo aquello que usted vea incorrecto o mejorable, use las vías establecidas para expresar la queja o sugerencia. Es la mejor forma de visibilizar los errores y los fallos, y así poder corregirlos. 

José María Borrel Martínez es el presidente del Ilustre Colegio de Médicos de la Provincia de Huesca