Opinión
Por
  • José Sanmartín Sopena

Integrar el Ésera en Benasque

La localidad de Benasque amaneció ayer con 20 centímetros de espesor.
La localidad de Benasque durante la borrasca Arwen
Elena Fortuño

El río Ésera (que significa “es y será y nunca se secará”) discurre bordeando, por su margen izquierda, el casco histórico de Benasque. Ahora la villa se ha hecho grande y hay también urbanizaciones en la margen derecha del citado río.

La última gran riada del Ésera ocurrió en junio del año 2013. Causó mucho daños, que se repararon posteriormente. Desde el punto de vista medioambiental, esas reparaciones son meros parches. Se han reparado daños, pero no se han eliminado las causas que dieron lugar a esos daños. Las causas siguen vigentes. Se puede asegurar, sin miedo a equivocarse, que una nueva riada, como la de ese año, produciría los mismos o más daños, en los mismos puntos y por las mismas causas.

Tres puentes y una pasarela permiten cruzar el Ésera. El puente de carretera es para vehículos, animales y personas. El puente del Cabo la Bila (también se le llama palanca) es para personas y animales, pueden pasar los vehículos de quienes son propietarios en la zona. La pasarela es para personas y permite pasar rápidamente hacia los aparcamientos de la zona de la piscina.

Las causas del desbordamiento de los ríos (aunque algunos no quieren admitirlo), son siempre las mismas:

-El cauce del río está sucio: piedras, gravas, tierras, arbustos, árboles, etc.

-El cauce se ha desviado: para construir puentes, extraer áridos, construir casas, etc.

-El río quiere volver a su cauce: a veces tiene que hacerlo desbordándose.

La víspera de la riada del Ésera del 2013, junto al puente de carretera, se vivieron los siguientes hechos: Unos obreros estaban cortando varios árboles en el cauce del río, junto al puente, aguas abajo. Lo estaban observando varias personas, entre ellas, el responsable (entonces) del Hotel-Restaurante “El Puente”. Apareció allí un señor enfurecido preguntando, a gritos, por qué se cortaban esos árboles y le respondieron que tenían permiso para hacerlo. Aumentando su enojo, se encaró con el citado responsable del hotel diciendo: “Eso no se puede hacer ni con permiso. No volveré nunca más a su restaurante, ni tampoco mis amigos”.

Era un hombre muy alto, probablemente, por lo que allí dijo, de muy escasas luces. Los citados obreros siguieron haciendo su trabajo y cortaron también varios grandes abedules que estaban junto al puente, pero agua arriba del mismo. Si ese día no se hubiesen cortado esos árboles, la riada los habría arrancado y como eran muy largos se habrían cruzado en el puente. El resultado habría sido el derribo del puente o, en caso de resistir, las aguas se habrían desviado hacia Benasque causando un desastre colosal. El señor iracundo, que no era del valle, posiblemente sería de la misma grupo de esos que se llaman ecologistas, sin serlo y que se oponen a todo (a que se arregle el Ventamillo, a que se amplíe la estación de esquí de Cerler, a que se drague el río Ebro, etc.).

De las reparaciones realizadas en el Ésera, no todas serán exitosas. Hay algunas preocupantes:

-Se alargó, reparó y reforzó el muro junto al edificio La Granja. Esto era necesario. Pero no se hizo otro muro igual en la otra margen del río. ¿Hacia dónde irán las aguas de la próxima riada?. No se lo voy a decir yo. Vayan allí y lo verán ustedes mismos.

-La escollera que se hizo en la zona de la antigua caseta de cazadores (que el río se llevó), es de muy escasa altura, debería tener 4 m más de altura. Se iban a hacer allí aparcamientos (muy necesarios en Benasque) y luego se canceló el proyecto por ser zona inundable. Según los mapas de prevención, elaborados por la CHE (publicados en el Heraldo de Aragón de fecha 09/02/2014), casi todo Benasque es inundable. El proyecto de los aparcamientos nunca debió anularse, mucho menos alegando lo que ya se sabía: que casi todo Benasque es inundable. Era y sigue siendo ahora un sitio inmejorable para aparcamientos y el Ayuntamiento tiene allí mucho terreno (hasta la palanca del Cabo la Bila) que se podría haber añadido. Es zona muy cercana a Benasque. En la información adjunta a dichos mapas, se decía que los embalses reducen la probabilidad de los desastres de las riadas. Eso es cierto pero, a veces, cuando mayor es la riada, abren compuertas y lo que consiguen es aumentar las daños. Esto es difícil de entender, pero ocurre.

-En el puente nuevo de Anciles, se movieron ingentes cantidades de arenas y gravas para hacer pasar el Ésera por el único ojo del puente. El río lo único que había hecho es “volver a su cauce”.

En la próxima riada nuevamente el río volverá a su cauce (que no es pasar por el ojo del puente).

¿Otra vez a mover arenas y gravas para llevar el río por donde no quiere ir, por no ser su cauce?.

¿No sería mejor hacer otro ojo al puente, por donde el río nos dice que quiere ir?.

El Ésera debería integrarse en Benasque y no separar Benasque. Si se canalizase el Ésera, desde la Palanca del Cabo la Bila hasta el Cuartel de la Guardia Civil, con suelos y muros de hormigón armado, anclado a la Roca del Castiello, con muros altos hasta el nivel del puente de carretera, el problema de las riadas del Ésera quedaría resuelto para siempre. Podría cubrirse el Ésera, dejando tramos vallados para poder ver el fondo del río y tener allí el más amplio y mejor paseo de todos los de Benasque. Se podrían habilitar:

-Terrenos para edificar, en ambas márgenes del río.

-Miles de plazas de aparcamiento (que podrían ser de pago).

-Espacios de venta permanente de productos de la tierra y/o elaborados en el valle.

-Restaurantes y bares.

-Exposición permanente de setas (de temporada y liofilizadas).

-Exposición de aperos, herramientas y trajes antiguos del valle.

-Aula permanente para visionar trabajos en benasqués (no de otras modalidades del patués).

-Oficinas de información sobre: picos, bosques, lagos, cuevas, rutas, sendas, monumentos megalíticos del valle, etc.

-Puntos de información sobre toda clase de servicios del valle (hoteles, restaurantes, bares, etc.)

-Puntos de alquiler de material para actividades de esquí y montaña.

La forma en que han domado su río en Andorra la Vieja (principado), nos podría servir de ejemplo para actuar en Benasque en ese mismo sentido.