Opinión
Por
  • Carlos Serrano

PSOE: El cortocircuito votovoltaico

Parque Solar.
Parque Solar.
Europa Press

Si algo caracteriza al gobierno de Pedro Sánchez es su gran capacidad para la retórica. No importa si sus intenciones obedecen o no a la verdad, sino contarlas con suficiente populismo y grandilocuencia. Por ejemplo, el presidente se ha subido al carro de la lucha contra la despoblación con declaraciones muy solemnes, pero olvida lo esencial: el diálogo con el territorio. Dar la espalda a la gran afección que supone para la provincia de Huesca el proyecto de parques fotovoltaicos flotantes solo se explica por el desconocimiento o la pura y simple hipocresía. Y ahí está el agravio, porque nadie se ha molestado en escuchar a los altoaragoneses. No es fácil llevar más lejos esa desconexión y, sin embargo, el PSOE de la provincia ha encontrado un modo más creativo: decir una cosa, hacer exactamente la contraria y, llegado el caso, contradecirse a sí mismo. Los socialistas de Huesca reparten a domicilio la omisión de la verdad, de manera que un municipio escuche ni más ni menos lo que esperaba oír. No hay inconveniente en afirmar algo radicalmente opuesto en un municipio distinto. En eso, los socialistas de Huesca superan en pragmatismo al presidente Sánchez: no es necesaria la retórica cuando su verdad, de haberla, es tan maleable.

En junio de 2021, desde el Grupo Popular de la DPH defendimos una propuesta de resolución que instaba al Gobierno de Aragón a acometer un Plan de ordenación territorial de los recursos energéticos para su inclusión en el Plan energético de Aragón 2021-2030 y en la Estrategia del Territorio de Aragón. En otras palabras, considerábamos imprescindible tanto un criterio razonado sobre parques fotovoltaicos y eólicos como un debate previo con los afectados. Por increíble que parezca, el PSOE de la Diputación Provincial votó en contra y la propuesta no prosperó. Es aún más increíble que los propios socialistas, cinco meses después, presentaran una propuesta que, básicamente, reivindicaba lo mismo: consultar a los habitantes del Alto Aragón y priorizar una ordenación energética del territorio. Sus argumentos coincidían con aquellos que defendimos meses antes y denunciaban el impacto de esas instalaciones flotantes en el contexto del medio ambiente y el turismo. Todos los grupos políticos, incluido el PSOE, votaron a favor de la iniciativa, que se convirtió en una declaración institucional. En consecuencia, el PSOE aprobó, ni más ni menos, las iniciativas que previamente había rechazado. Los socialistas del Alto Aragón estaban, al tiempo, en contra y a favor de esa reivindicación territorial.

Pero la historia no acaba ahí y alcanza su mayor nivel de cinismo el pasado mes de marzo. El día 30, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobaba un Real Decreto para adoptar medidas urgentes en el marco del Plan nacional de respuesta a las consecuencias de la invasión de Ucrania. El decreto en cuestión regulaba la instalación de placas fotovoltaicas flotantes que afectan a varios embalses de nuestra provincia. Ante el peligro evidente que suponía esa imposición, los populares presentamos una nueva propuesta en la Diputación Provincial para que la Corporación se reafirmara en la defensa del territorio insistiendo, palabra por palabra, en la resolución que se había convertido en institucional. Esa vuelta de tuerca supone que el PSOE, cronológicamente, ha estado en contra, a favor y nuevamente en contra de la defensa del territorio.

En el fondo, no hubo manera de conocer cuál era la auténtica opinión del presidente de la DPH. En pleno revoltijo de incoherencias, Miguel Gracia viajó a Madrid para exponer al Ministerio de Transición Ecológica su malestar. “Los proyectos de plantas fotovoltaicas en el Sobrarbe son incompatibles con el modelo de desarrollo que en los últimos años se ha trabajado y consolidado en esta comarca”, dijo textualmente. Acompañaron al presidente de la DPH ediles sobrarbenses, pero Miguel Gracia no se refirió a ausencias muy significativas en esa delegación comarcal. El PSOE necesita esconder que no todos sus alcaldes comparten la misma opinión. Los socialistas de la provincia están divididos ante las fotovoltaicas. Están en contra, a favor y viceversa, y los máximos responsables del PSOE altoaragonés harán declaraciones a la medida según en qué municipio pongan el pie. Sí, no y lo contrario. ¿A quién le importa, si ese el precio del poder absoluto?