Opinión
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  • Diario del AltoAragón

La escuela de pastores

Alumnos del curso de iniciación realizado entre septiembre y octubre del año pasado.
Alumnos del curso de iniciación realizado entre septiembre y octubre del año pasado.
S. E.

Un sueño hecho realidad, pero también una deuda con la historia. La Escuela de Pastores La Estiva de San Juan de Plan ha finalizado la parte teórica de la primera promoción, que ahora subirá a puerto para completar la formación. La primera y única escuela de pastores de Aragón comenzó a funcionar este año con el reto de profesionalizar el oficio de pastor, para conseguir también cambiar la mirada sobre una labor fundamental para mantener la ganadería extensiva y, con ella, la conservación natural de nuestros montes.

No es fácil incorporarse a la agricultura y la ganadería por la necesidad de hacer inversiones en instalaciones, maquinaria, tierras... De hecho, la mayoría de los jóvenes que lo hacen es para dar continuidad a explotaciones familiares, pero admiten que sin el patrimonio heredado o sin las inversiones de sus padres, no podrían haberlo hecho.

Y así es como siempre se ha transmitido la sabiduría del pastoreo. Generación tras generación han ido enseñando el aprendizaje adquirido por la experiencia. De hecho, esos conocimientos y los resultados de la ciencia forman parte de las lecciones que han recibido, porque lo bueno de esta escuela es que combina las lecciones más académicas con las prácticas que enseñan pastores que conocen el oficio. Ahora, en los puertos adquirirán los conocimientos más ancestrales del oficio. La escuela da esa oportunidad a quienes quieran aprender el oficio de cero de incorporarse a una labor para la que no se encuentran profesionales, pero que es imprescindible para mantener la ganadería extensiva, los montes y la calidad alimentaria de Aragón. Ya hay solicitudes para apuntarse al próximo curso a una escuela de pasado y de futuro.