Opinión
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  • Diario del AltoAragón

La Generalitat rompe la negociación

Cataluña oficializaba al COE esta semana su interés por los Juegos de 2030.
Cada día se ve más complicado presentar una candidatura de consenso.
S.E.

La Generalitat de Cataluña ha roto de forma unilateral las negociaciones y ha anunciado que presentará una candidatura en solitario para los Juegos Olímpicos de Invierno 2030. Aunque desde el inicio quedó patente la nula voluntad de diálogo, este anuncio ha terminado con la posibilidad de llegar a un entendimiento. Si hasta el momento el Gobierno de España y el Comité Olímpico Español han tenido una postura tibia en este asunto, ahora tienen que tener una respuesta contundente porque no pueden aceptar una propuesta unilateral.

Un proyecto olímpico, con las posibilidades de desarrollo que podía generar para todo el Pirineo en su conjunto, no se puede presentar sin la parte aragonesa. El nacionalismo catalán busca otra forma de separatismo estableciendo fronteras donde no debiera haberlas y ahondando en los desequilibrios territoriales. Con la inyección económica que puede suponer la puesta en marcha de unos JJ OO, las inversiones se concentrarían exclusivamente en Cataluña, de forma que se marcarían diferencias con respecto a Aragón. Pero estas desigualdades no se quedarían solo en los días de la celebración de las pruebas, sino que sería ya una ventaja competitiva para Cataluña. Si algo valoran los valles pirenaicos de esta oportunidad, no es solo los deportistas y el público que puedan llegar esos días, sino la campaña de promoción y las posibilidades de mejorar infraestructuras.

El presidente Lambán apunta que supondría “una crisis territorial y política muy grave”. Por ello, ante esta situación, el Gobierno central y el COE tienen que reaccionar y no permitir que el nacionalismo acabe con un proyecto de Estado y se arrogue la  representación en unos Juegos Olímpicos.