Opinión
Por
  • José Sanmartín Sopena

El calentamiento global

Participantes de las II Jornadas de Medio Ambiente realizadas este fin de semana en Sabiñánigo.
Participantes de las II Jornadas de Medio Ambiente realizadas en Sabiñánigo.
M. P.

SE ENTIENDE por calentamiento global el aumento de temperaturas que se nota en la Tierra y que ya empieza a ser un problema grave a tener en cuenta. Esto se debe a la contaminación atmosférica.

Las combustiones de: carbón, derivados del petróleo, gas natural, madera, etc., liberan gases que van a parar a la atmósfera y forman allí una capa de contaminantes. En las grandes ciudades y sus zonas industriales esta capa se hace bien visible. Algunas ciudades ya miden los niveles de esta contaminación ambiental y tratan de reducirla tomando algunas medidas respecto a la circulación de vehículos (establecer zonas centrales con limitaciones, permitir circular unos días matrículas pares y otros días matrículas impares, etc., etc.).

También a nivel supranacional se han realizado reuniones para tratar de controlar y disminuir esta contaminación y se han acordado medidas para impulsar los coches eléctricos y para ir sacando del mercado los vehículos que consumen derivados del petróleo (coches, camiones, máquinas, barcos, trenes, aviones, etc.). Hay que dejar de quemar carbón (centrales térmicas, calefacciones, etc). El problema es que hay países (algunos muy importantes) que se niegan a firmar esos acuerdos, porque tienen muchas reservas de esos combustibles y son demasiado importantes para sus economías.

Los principales gases que se emiten en esas combustiones son:

-El monóxido de carbono de las combustiones incompletas. Pesa más que el aire y se deposita en el suelo. Si la capa de ese gas aumenta y sube por encima de las personas que están acostadas, se produce la “muerte dulce”.

-El bióxido de carbono se produce en las combustiones completas, y en la respiración de personas, animales y plantas.

-El monóxido y bióxido de azufre.

-Los anhídridos sulfuroso y sulfúrico.

-Etc.

Todos esos gases forman la capa de contaminantes ya citada, que se comporta como el cristal doble de un invernadero: deja pasar la radiación solar hacia la Tierra pero, la parte reflejada de dicha radiación solar, no puede atravesar esa capa para salir al exterior, queda atrapada entre la Tierra y la capa de contaminantes. El resultado es que se produce el “efecto invernadero”, aumentando la temperatura de la Tierra. A este aumento se le llama “calentamiento global”.

Si la contaminación aumenta, hasta límites insoportables, podría ocurrir, en el futuro, que los humanos tuviesen que desplazarse y vivir, llevando sistemas autónomos de oxígeno en forma permanente.

El calentamiento global produce primero, el deshielo acelerado del hielo polar y después un aumento del nivel del mar.

Este aumento del nivel del mar tiene efectos desastrosos, que se manifiestan más cuando hay temporales: el mar azota y destruye las playas cada vez con mayor intensidad (cuesta mucho poder restablecerlas), edificios cercanos a las playas serán destruidos o habrán de derribarse.

Habrá muchas playas, de las actuales, que serán ocupadas por el mar. Con mucho trabajo y muchos gastos se podrá evitar, en parte, que los temporales destruyan las playas (pueden protegerse con defensas, compuertas, etc.), pero parece que este fenómeno, ya iniciado, por el cual los mares recuperan terreno (que antaño, en ocasiones, era suyo) es imparable.

Algunos países ya están seriamente preocupados por el aumento del nivel del mar. En Japón se han diseñado “ciudades flotantes” a las que casi no afectaría una pequeña elevación de ese nivel. Hay también proyectos (iniciales) para construir “colonias/ciudades submarinas”, que solamente serían viables a poca profundidad (con las técnicas actuales).

Pero ese calentamiento global produce también un cambio climático, que ya se nota en todos los países del mundo: temporales de lluvias y nieve más fuertes y a destiempo, desbordamientos de ríos en épocas inusuales, calor en invierno, olas de calor, falta de lluvia durante meses, vientos cada vez más huracanados, tornados, aumento de la superficie de los desiertos, etc., etc.

Algunos deltas de ríos, que se formaron a lo largo de muchos años, con muchos esfuerzos, ganando terreno al mar, volverán a ser mar. El delta del Ebro, que se ganó al mar, se volverá a perder.

De las contaminaciones de tipo físico, es el efecto invernadero la más importante.

Contaminamos también las personas, animales y plantas (que tomamos oxígeno y expulsamos anhídrido carbónico al respirar).

Durante las horas de sol, las plantas verdes realizan la función clorofílica (toman anhídrido carbónico y desprenden oxígeno). Por eso es bueno que haya bosques (y no deforestación).

Los contaminantes de tipo biológico provienen de la deforestación (con o sin fuego), de la agricultura, de bacterias y otros microbios, de residuos, etc.

Los contaminantes de tipo químico se deben al uso masivo de fertilizantes con fosfatos, que producen la polución del medio acuático. Se dice que el mar Mediterráneo es ya como una fosa séptica de 5 millones de km cúbicos de volumen. Va camino de ser, muy pronto, un mar muerto.

Se debería tender a nuevas producciones agrícolas, sin uso de fosfatos.

También hay que considerar la polución por hidrocarburos (continua o circunstancial).

No podemos olvidar la contaminación electromagnética debida a: emisión solar, lluvia de polvo cósmico, campos gravitatorios, ondas de radio, de TV, satélites, telefonía móvil, etc.

Las exposiciones agudas a radiaciones de entre 100 KHz y 300 GHz, además de graves quemaduras, puede producir cataratas, tumores de médula ósea, tumores cerebrales, abortos, etc.

Se admite que, en una ciudad standard, hay exposición a la radiación electromagnética de unos 50 microwebers, que se considera poco aguda, pero ¿Qué efectos tendrá a largo plazo?. Eso no lo sabemos, por ahora.

Para mediciones de nivel de contaminación se usan las iniciales ppm (partes por millón).

Antaño, la biósfera tenía una temperatura de entre 5 y 15 grados centígrados y una concentración de anhídrido carbónico en el aire de 280 ppm. Ahora estamos ya en unas 400 ppm.

Se supone que en los próximos 50 años la temperatura de la Tierra aumentará 5 grados y será la especie humana la principal víctima de ese aumento. ¿Cuántos ppm de concentración de anhídrido carbónico habrá entonces?. No lo sabemos, pero podemos imaginarlo.

Algunos de los contaminantes citados: anhídrido carbónico y óxidos del azufre, reaccionan con el vapor de agua de las nubes, dando lugar a ácidos (sulfúrico) que al precipitar producen la llamada “lluvia ácida”. Esta lluvia ataca a las plantas y acidifica la tierra.

José Sanmartín Sopena es Profesor de IES (jubilado), de Benasque