Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Un turismo diferente

Un grupo turistas visitando la Ciudadela de Jaca durante la mañana de este martes.
Un grupo turistas visitando la Ciudadela de Jaca.
R.G.

EN UNA PROVINCIA como la de Huesca es difícil para algunas localidades competir en materia turística con territorios que llevan muchos años de ventaja, sucede, por ejemplo en la capital oscense. No tanto por la falta de atractivos, sino por la creación de productos turísticos para ponerlos en valor. Muchos puntos del Pirineo llevan décadas trabajando en el turismo en torno a puntos de interés como, por ejemplo, el Parque Nacional de Ordesa, que sigue siendo más de un siglo después el principal foco de atracción de Sobrarbe. Pero en esta misma comarca, donde durante años se reclamaron pistas de esquí, para tener los mismos recursos que las tres comarcas pirenaicas restantes, han encontrado en los últimos años diferentes recursos para avanzar en la desestacionalización y apostar por lo que ahora se está poniendo de moda: el turismo sostenible.

Al margen de que algunos territorios tengan más recursos que se puedan vender solos, localidades como Fraga trabajan para unir en rutas turísticas el patrimonio y la gastronomía. La producción de fruta va más allá de un modo de vida y de recurso económico. Las inmensas fincas agrícolas tienen incluso un atractivo mayor más allá del aprovechamiento agrícola. Unas rutas, que acompañarán de degustación de productos típicos, unirán patrimonio y gastronomía, turismo, agricultura y ganadería.

Las provincia de Huesca tiene un gran potencial en agroalimentación y gastronomía, como se ha demostrado ya en muchas experiencias. Fraga busca ahora un turismo de experiencia y unas propuestas diferentes para ser, además de una ciudad industrial y agrícola, un foco de atracción del turismo, aprovechando su historia. Un turismo diferente.