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  • Diario del AltoAragón

Los embajadores oscenses

Roberto Ciria durante su actuación en el acto de homenaje a los aragoneses en el exterior.
Roberto Ciria durante su actuación en el acto de homenaje a los aragoneses en el exterior.
Pablo Segura

Huesca es una ciudad acogedora, como así la acostumbran a definir sus visitantes, especialmente en estos  días de San Lorenzo, conscientes de que las fiestas no serían lo que son sin las miles de personas que llegan para disfrutar y compartir instantes. En ellos, llegan oscenses que viven fuera pero nunca han cortado sus raíces y les gusta regresar en estos días, en los más especiales del año. El Ayuntamiento de Huesca organizó ayer un acto para recibir a los oscenses en el exterior, que residen en otros países o en otras provincias de España. Es importante cuidar a estos oscenses que, sin duda, son los mejores embajadores de una ciudad a la que quieren y a la que les unen lazos familiares. No hay mejor promoción.

En el mismo acto, se reconoció especialmente a Rafael Fidalgo Ciprés, asentado en Asturias desde los años 60, que fue jugador de la Sociedad Deportiva Huesca e hijo de la ilustre jotera oscense Gregoria Ciprés. La jota, esa que emociona cuando se está lejos de Huesca, sonó en este acto con la voz de Roberto Ciria, que tuvo un gesto con el homenajeado e interpretó ‘A los dos Cosos de Huesca’, una de piezas que a menudo cantaba una de las grandes voces de la jota que ha dado la ciudad.

El homenaje institucional será hoy para otro colectivo, el de los mayores, en un acto en el que recibirán los premios de los distintos campeonatos de juegos que se han disputado en torno a las fiestas de San Lorenzo. En esta ocasión, Toño Julve con Emociones a la carta actuará en esta mañana que también es muy emotiva. Al margen de las figuras representativas como danzantes o mairalesas, muchos anónimos pertenecientes a diferentes grupos consiguen que esta fiesta sea grande. Y la de 2022 lo está siendo.