El problema de la vivienda

La denuncia de UGT Aragón de trabajadores que duermen en sótanos de los establecimientos de hostelería del Pirineo ha vuelto a poner el foco en las condiciones laborales que tienen que padecer muchos empleados e incluso en la vulneración de los derechos humanos. En estos casos, la única explicación posible es la necesidad de aceptar cualquier condición con tal de poder trabajar. El alto precio de los alquileres en los valles pirenaicos así como la escasez de oferta para trabajadores, ante la demanda turística con la que se obtiene una mayor rentabilidad, hace que los candidatos tengan dificultades para encontrar alojamiento. UGT apunta que se instalan en pisos hacinados, autocaravanas o incluso en los sótanos. Cuando ni siquiera hay un equilibrio entre el número de trabajadores que se necesitan para acoger a los turistas y la disponibilidad de vivienda para ellos, existe un problema que habrá que solucionar con medidas porque la oferta y la demanda no funciona.

Hosteleros que se quedan sin trabajadores para atender la demanda y empleados que seguirán en el paro ante la imposibilidad de encontrar vivienda. Y si la encuentran, con los salarios del sector, tendrán que pagar por trabajar para alquilar a precio turístico y no a precio normal. Al final, perdemos todos. Además, de los empresarios y trabajadores, los propios valles y pueblos que seguirán encabezando las zonas más despobladas para convertirse cada vez más en lugares solo de temporada ante la imposibilidad de que algunos trabajadores puedan asentarse. Las administraciones públicas tienen que legislar en materia de vivienda para favorecer la promoción de vivienda para trabajadores en régimen de alquiler o venta a precios razonables y acordes a los salarios.