Opinión
Por
  • Fernando Torres, alcalde de Barbastro

Barbastrenses, ¡gracias!

Entrega de 'mi primera pañoleta' en Barbastro.
Entrega de 'mi primera pañoleta' en Barbastro.
Ayuntamiento de Barbastro

ESCRIBO todavía con la emoción a flor de piel. Con ese sentimiento que solo podemos sentir los que queremos a Barbastro y esperamos con ansia, emoción y también impaciencia la llegada de nuestras fiestas en honor de la Natividad de Nuestra Señora. El momento en el que toda la ciudad se engalana de blanco y azul, los colores que nos unen y que también nos caracterizan, y que todos mostramos con el mayor de los orgullos.

Hemos vivido una espera muy larga, demasiado. En todo este tiempo las dificultades han sido mayúsculas; hemos sufrido y padecido las consecuencias de una pandemia sanitaria que tanto daño ha hecho en nuestra sociedad, que a tantas personas nos ha arrebatado mucho antes de tiempo o que tanto ha cambiado nuestra forma de relacionarnos o, incluso, disfrutar. Años en que nuestra prioridad era otra y los esfuerzos debían centrarse en protegernos y ayudar a los que más lo necesitaban.

Hoy ese tiempo pasó y por fin pudimos disfrutar de nuestras fiestas más esperadas. No habla el cansancio lógico y normal que se acumulan en jornadas de tanta intensidad, sino la satisfacción y el orgullo de ser de Barbastro. De haber visto cómo dos centenares de niños recibieron la pañoleta por primera vez, lo que les abre de par en par las puertas del mayor de los privilegios que he conocido: ser barbastrense. O de haber podido comprobar en primera persona como todos, da igual la edad o sus gustos, han disfrutado de unas celebraciones que han sido fruto del trabajo de muchas personas.

Un alcalde está acostumbrado a tener que lidiar con avatares complicados en el ejercicio de su labor y los momentos más alegres quedan muchas veces relegados por los problemas del día a día. Pero creedme si os aseguro que, en este caso, he vivido unas jornadas que no olvidaré mientras viva. Ver nuestras calles rebosantes de gente, nuestras diversas actividades respaldadas por un público de todas las edades o los escenarios en los que se celebraban los conciertos con una afluencia notable, explican a la perfección este sentimiento. Pero también lo hace el hecho de ver cómo seguimos manteniendo nuestras tradiciones más arraigadas, preservando ese legado que recibimos de las generaciones anteriores y que trabajamos por difundir a los más pequeños.

Estas líneas tienen un claro objetivo: daros las gracias a todos y cada uno de vosotros. Habéis sido los verdaderos protagonistas de nuestras fiestas, disfrutando al máximo, acogiendo a los que venían a visitarnos como si fueran de nuestra propia familia y respetando a todos y cada uno de los que hemos estado estos días en Barbastro. Nuestra ciudad ha vuelto a ser un nuevo ejemplo de alegría, diversidad, respeto y tolerancia. Y yo no puedo sentirme más orgulloso de ser vuestro alcalde en los malos momentos y también en los buenos como los que acabamos de vivir.