Sin empleo no hay población

Trabajo y vivienda en este orden, y muchas veces también al revés, son los problemas que mencionan, fundamentalmente, tanto las personas que quieren quedarse o instalarse por primera vez en un pueblo como sus alcaldes. Sin olvidar, por supuesto, los servicios básicos y las comunicaciones. Principalmente, es el trabajo el que sigue determinando el destino, aunque ahora la opción de hacerlo a distancia para muchos empleados abra nuevas posibilidades de futuro para los pueblos. Con todo, asentar población tiene que ser el primer objetivo de cualquier gobierno que se plantee medidas para la despoblación: que quien viva allí no se tenga que ir por falta de empleo y que quien quiera llegar pueda tener un modo de vida.

La Diputación Provincial de Huesca ha duplicado la inversión del Plan de Empleo en pequeños pueblos, que les permitirá, por ejemplo, contratar a un alguacil o acometer una obra con la que dar empleo a algún profesional de la localidad, por ejemplo. El pleno aprobó ayer tres millones de euros, que se repartirán de forma equitativa con una cuantía fija por municipio más ocho euros por habitante.

Por un lado, se puede ayudar a crear un puesto de trabajo con continuidad para el que municipio no tendría capacidad de forma independiente y, por otro, permitirá realizar obras de mejora de instalaciones que tampoco podrían acometerse de otra manera. En provincias como la de Huesca, las instituciones públicas tienen que adoptar medidas para el mantenimiento de la población en el medio rural, por la importancia que tiene para la conservación del medio ambiente que es parte uno de los principales activos.