Opinión
Por
  • Diario del AltoAragón

¿Por dónde se va el agua?

Balsa de abastecimiento de agua de boca para Valdabra.
Balsa de abastecimiento de agua de boca para Valdabra.
Pablo Segura

Esta es la respuesta que hay que encontrar antes de que las lluvias del otoño confundan y se olvide que nos encontramos en una preocupante sequía. ¿Por dónde se va el agua de la red de abastecimiento de la capital oscense y de 16 municipios más del entorno? Según un informe del propio Ayuntamiento de Huesca, que data de 2018, el 34 % del agua de la red no llega al consumo en las casas. Por ello, aunque sigue siendo necesario apelar a la responsabilidad individual, que habría que aplicar siempre al margen de las lluvias y de las reservas de los embalses, la solución no solo está en cerrar el grifo cuando uno se lava los dientes sino en localizar las fugas para reducirlas. Quizá sobre ese porcentaje ya se haya intervenido, pero la realidad es que el dato más reciente es que el 21 % del agua que entra en las redes en todo Aragón se pierde en fugas. Así lo apuntó recientemente la directora del Instituto Aragonés del Agua, Dolores Fornals, en una visita a Huesca para crear la Mancomunidad de aguas de la capital y su entorno, precisamente para avanzar en una mejora de la gestión del agua y del suministro de todos los pueblos.

Seguramente actuar para reducir esa cifra tenga un coste elevado y sea poco lustroso cambiar tuberías, pero realmente es necesario para atravesar estas épocas de sequía que, debido al cambio climático, prometen sucederse más a menudo.

Como aquel refrán de que el hambre agudiza el ingenio, en Huesca las soluciones se han hallado en los momentos críticos. En el anterior periodo de sequía extrema de 2005, se actuó para realizar una conexión con Valdabra, que ahora se está utilizando para complementar el abastecimiento. Este es el momento para localizar y tapar las fugas.