Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Biescas y las razas autóctonas

Ovino en la Feria de Otoño de Biescas.
Ovino en la Feria de Otoño de Biescas.
Mercedes Portella

LO QUE PELIGRA no es la agricultura ni la ganadería en sí mismas, sino los agricultores y ganaderos del modelo familiar y profesional que sustentan en gran medida nuestros pueblos tal y como los conocemos”. Esta afirmación es del propio consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, que apunta a que se pueda aprobar la ley de protección de la agricultura familiar que ya se remitió a las Cortes. La realidad es como la describe, sin embargo, las políticas no ayudan a revertir la situación. Hace falta una actuación inmediata para mantener la ganadería y nuestros pueblos.

La esperanza estaba puesta en la Política Agraria Común (PAC) pero lejos de mejorar la situación, el recálculo de la UGM generará más problemas a los ya existentes. La falta de apoyo podría ser la puntilla para muchas explotaciones.

La Feria de Otoño de Biescas, que se celebra este fin de semana, visibilizará la labor de los ganaderos y de las asociaciones que trabajan para la mejora y el mantenimiento de las razas autóctonas. Fiel a sus orígenes, esta cita es un lugar de encuentro de las gentes de todos los valles, pero también un punto de compraventa de ganado. De alguna forma, la exposición del trabajo que hacen los ganaderos será la mejor forma de dar un aldabonazo para evitar que se pierda un modo de vida y, con él, la vida de muchos pueblos.

Biescas mira al futuro de la ganadería, pero también de la agroalimentación, ya que se darán cita artesanos de diversos productos y procedencias. Pero, si por algo destaca, es porque reúne a las queserías más importantes que presentan a concurso sus productos. La feria es un histórico referente para el sector y tiene que servir para que se vea la labor de la ganadería y se escuche su bramido.