Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Rosa esperanza, ayer y hoy

El buen ambiente ha reinado durante el recorrido en este día tan especial.
El buen ambiente ha reinado durante el recorrido en este día tan especial.
Verónica Lacasa.

UNOS 4.000 participantes se sumaron a la VIII Carrera contra el Cáncer de Huesca para visibilizar su apoyo y recaudar fondos para la investigación de la enfermedad. Una jornada de reivindicación y fiesta que se replicó también en otras ciudades y pueblos de la provincia, como Barbastro o Campo, y que provocó auténticas mareas rosas que muestran el pulso de una sociedad por un objetivo común.

Ese rosa esperanza que iluminó la capital en un día gris se tiene que mantener hoy. Y es que para hoy, precisamente, se espera que se solucione el problema de la falta de especialistas en Oncología en el Hospital de Barbastro. El presidente de Aragón, Javier Lambán, aseguró el viernes que la solución llegaría hoy.

Esa unión social que se visibilizó ayer en las calles no servirá de nada si nos se cubren los servicios básicos en la atención sanitaria. Y, en este sentido, queda mucho camino por recorrer, tanto como para poder acortar las distancias de vecinos de localidades alejadas, como del valle de Benasque, de los hospitales de Huesca y Zaragoza, adonde tienen que desplazarse para recibir los tratamientos. En ocasiones, supone seis o siete horas de viaje cuando el paciente no pasa por su mejor momento.

Para acortar distancias, la Asociación Española contra el Cáncer de Huesca se acerca a los pacientes con las consultas de las psicooncólogas y trabajadoras sociales en sus sedes de cada capital comarcal. Si no pueden desplazarse, acuden a domicilio. Cubrir las plazas de especialistas de los centros hospitalarios, mejorar los servicios de transporte sanitario y las líneas a los pueblos es fundamental en la lucha. A ver qué sucede hoy, si luce el rosa esperanza.