Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Prevención de adicciones

Presentación del Plan de Adicciones en Huesca.
Presentación del Plan de Adicciones en Huesca.
Pablo Segura

EL ALCOHOL y el tabaco están tan aceptados en la sociedad que, a pesar de conocer de sobra los problemas de adicciones que generan, siguen formando parte de muchos momentos de la vida cotidiana. Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, especialmente en el control de la venta, queda mucho por hacer para retrasar la edad de inicio en el consumo.

En el tabaco, la edad media es de 14 años en Aragón, similar a lo que sucede en otras comunidades autónomas, pero la del alcohol se reduce hasta 13,7 años de media. En esto, no parece que se haya ganado gran cosa a pesar de que las trabas para la compra del alcohol o el tabaco han aumentado. El II Plan Municipal de Prevención de Adicciones 2022-2023 se presentó ayer en Huesca para poner el acento en esta problemática social.

El 82,7 % de la población aragonesa de entre 15 y 64 años consume alcohol y el 65,9 %, tabaco. Con estos datos, es muy difícil actuar desde la infancia, porque hay muchas posibilidades de que se perpetúen las costumbres. Con todo, es fundamental invertir en la sensibilización, sin entrar a valorar las acciones concretas de este plan, pero desde luego es imprescindible actuar para cambiar la situación.

Nada de esto son trabajos de un día y ni siquiera de un gobierno, pero igual que el alcohol y la conducción son ya inadmisibles socialmente tras años y años de sensibilización, también se tiene que avanzar en las adicciones al alcohol y al tabaco en general. Los cambios sociales son muy lentos, pero hay que impulsarlos. También preocupa la adicción a las pantallas y, ante esto, hay que educar en pautas de comportamiento cuanto antes.