Una ‘Residencia de Niños’ abierta

LA ‘RESIDENCIA de Niños’ de Huesca ha sido para todas las actuales generaciones un edificio emblemático, aunque con significados emocionales muy distintos. Algunos miraron incluso a través de sus cristales, con el paisaje oscense en el horizonte, mientras soñaban con otra vida fuera de sus altos muros, ya que el edificio se construyó en 1925 como orfanato, un uso que mantuvo hasta hace unas décadas. Ahora, la Diputación Provincial de Huesca, como propietaria del inmueble cedido a la Universidad, ha solicitado Fondos Europeos Next Generation para acometer la última fase de reforma. Con esta actuación, quedaría totalmente remodelado y recuperado por completo para usos públicos.

Después de años de abandono, se instalaron dependencias de los juzgados, la Escuela de Turismo y otras vinculadas a la universidad. De ahí, que para quienes ahora tienen ya en torno a 50 años ha sido la universidad en la que estudiaron Turismo, Empresariales, Relaciones Laborales… el lugar donde comenzaron a organizarse las primeras aperturas o cerradura. Quizá su padre o abuelo viviera dentro y hoy su hijo empiece también ahí la vida universitaria. Para otros ha sido ese edificio medio abandonado en el que en su infancia disputaban los partidos de fútbol sobre tierra, que un día se abrió al caer sus muros, como un gran mirador con la postal de Guara de fondo.

Las rehabilitaciones que se han realizado hasta ahora han permitido ganar espacios para la ciudad, abrir zonas al público y mantener esa ‘casa’ que para algunos, ahora mayores, fue su hogar. Es uno de los edificios más emblemáticos de la universidad, que forma parte de la memoria colectiva de la ciudad y que es necesario recuperar al 100 %. En paralelo, hay que avanzar con el Seminario.