Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Los juegos tradicionales

Mariano Carrera recibe de manos del alcalde de Huesca la placa que reconoce la labor de su familia.
Mariano Carrera recibe de manos del alcalde de Huesca la placa que reconoce la labor de su familia.
S.E.

EXISTE un acervo cultural del que forman parte elementos tradicionales que, a diferencia del patrimonio monumental, no se pueden tocar, pero es necesario mantener igualmente. Incluso se antoja mucho más difícil, porque no puede pasar por una restauración, sino que forma parte de la costumbre y, como es algo vivo, es más complicado devolverlo al estado original.

En muchas ocasiones, tampoco es esto último lo que se pretende, sino simplemente difundir un conocimiento a generaciones venideras para que no se pierdan aspectos que forman parte de la sociedad e incluso que contribuyen a fortalecer el sentimiento de pertenencia. El mantenimiento y la divulgación de los juegos tradicionales aragoneses tienen un nombre en la capital oscense: la familia Carrera. Y así lo ha querido reconocer el Ayuntamiento de Huesca, en ese homenaje a Mariano Carrera, que fue director de ahora colegio El Parque (entonces conocido como La Normal), y a sus hijos Mariano y Fernando, que han recorrido toda la provincia enseñando a practicarlos.

Fernando ha recordado alguna vez que la primera edición de los juegos tradicionales aragoneses la realizaron en 1979 y que en 1984 fundaron la “Agrupación Deportiva de Juegos Tradicionales Aragoneses”, con la que han recorrido más de un centenar de pueblos. Los escolares -y en el Sancho Ramírez ha habido mucha cantera alentada por su hermano Mariano, que trabaja allí- han participado en muchos campeonatos de tiro de barra aragonesa, pero también han conocido los hoyetes, la rana, los aros, la herradura... El Alto Aragón debe a la familia Carrera el conocimiento de estos juegos que han formado parte de fiestas patronales. ¡Enhorabuena por el reconocimiento!