Opinión
Por
  • Félix Jordán de Urríes Mur

Una ley que mira al territorio, que mira al futuro

Copa de Aragón de Cross.
Copa de Aragón de Cross.
Mercedes Portella

Recientemente se ha aprobado en el Congreso de los Diputados la nueva Ley del Deporte, que en las próximas semanas estará ya vigente, después de haberse publicado en el Boletín Oficial del Estado. Esta ha sido una renovación necesaria, ya que la actual o ya la anterior ley, databa del año 1990 y no se ajustaba a la realidad social y deportiva de nuestro país, pero sobre todo no se ajustaba al contexto en el que nos encontramos. El ordenamiento jurídico deportivo actual se había desbordado y no atendía a las necesidades y demandas reales del sector y la sociedad. Era necesario actualizar la situación del deporte y la actividad física. Ahora el deporte está considerado actividad esencial, con lo que ello reporta. Era necesario eliminar todo tipo de desigualdades, bien por género o discapacidad, bien cualquier otra desigualdad que concierna a la propia actividad. Era necesaria una nueva ley que atendiera a la profesionalización del sector en todo su espectro. Y por último, hacía falta una ley que recogiera el enfoque holístico del deporte y la actividad física, que fuera más allá del concepto tradicional del deporte y que abarcara más campos, ámbitos, concepciones y sectores.

Pero a partir de este 1 de enero lo que sí que va a haber será una ley del deporte que por primera vez mire hacia lo rural y que realmente ayude a aportar soluciones a la problemática del reto demográfico en el territorio, que tanto afecta a Aragón y gran parte del país y que, a través del deporte y la actividad física, podemos aportar nuestro grano de arena para atajarlo. En esta misma ley, y mediante enmienda adicional en el trámite parlamentario, concretamente en El Senado, se ha considerado el programa deportivo de nueva creación, a propuesta de la Fundación Deporte Joven y el Consejo Superior de Deportes, “Reto De. Reto Demográfico, Reto Deporte”, como Acontecimiento de Excepcional Interés Público, lo que permitirá incentivar la participación de la iniciativa privada en la apuesta por la inversión en actividad deportiva de todo tipo que tenga un enfoque de desarrollo social y económico, que se desarrolle en el medio rural, en territorios donde la falta de habitantes, la baja densidad de población azotan de manera notable, con incentivos fiscales de un 90 % de la aportación que se haga a compensar en el Impuesto de Sociedades, Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y en el Impuesto sobre la Renta de no Residentes. A partir de ahora, el concepto de patrocinio deportivo cambia por completo en toda aquella actividad deportiva que se desarrolla en zonas rurales y que tiene un cariz de desarrollo socioeconómico y turístico, que sirve como motor, como palanca transformadora y de asentamiento de población en el medio rural.

Esto propiciará que haya más actividad, más eventos, de mejor calidad y que se podrá generar nuevas oportunidades de desarrollo y progreso en el territorio, en nuestro territorio. De esta manera se contribuye también con un enfoque más transversal y desde la óptica del ámbito deportivo a las medidas establecidas por la Secretaria General para el Reto Demográfico, dentro de su “Plan de Recuperación: 130 medidas frente al reto demográfico”, donde dentro del bloque décimo, dentro del sistema de financiación autonómica y local, la solidaridad, corresponsabilidad fiscal y garantía de acceso de los ciudadanos a los servicios públicos fundamentales quedan garantizados, propiciando ecosistemas favorables en este caso para que la práctica deportiva se pueda desarrollar con mayor atractivo, mayor capacidad de financiación y por lo tanto mayor probabilidad de éxito.

La consecución de este hito, no menor, no menos importante por el mero hecho de tratarse de actividad deportiva, constata dos cuestiones. La primera, la importancia que el deporte como tal tiene en nuestra sociedad y que supera la actividad en sí misma y al concepto tradicional que teníamos del mismo, convirtiéndose en un elemento más aportador, tractor y transformador al desarrollo económico y social, y muy especialmente en nuestro territorio, en el medio rural; y la segunda es la relacionada con la importancia de la presencia en los centros de decisión de cargos, políticos, técnicos y profesionales que tengan su arraigo en el territorio y en el ámbito rural, para poder gestionar y legislar de manera coherente y estableciendo políticas y leyes acordes con las necesidades reales del territorio. 

Félix Jordán de Urríes Mur es Director General de la Fundación Deporte Joven del Consejo Superior de Deportes