Opinión
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  • Diario del AltoAragón

La cronista teatral

Público asistente a la sesión inaugural de la Muestra de Biescas.
Público asistente a la sesión inaugural de la Muestra de Biescas.
Mercedes Portella

Nada de lo que sucedió anoche sobre las tablas en el inicio de la Feria de Teatro de Biescas volverá a repetirse. Ese momento único quedó para el recuerdo de los espectadores y, además, cada uno con su propia lectura y disfrute. La crónica teatral se convierte de este modo en el testimonio de esa memoria de un público único, que tampoco volverá a reunirse, aunque gran parte sean asiduos. Nuestra corresponsal en el Alto Gállego, Mercedes Portella, se convierte estos días en la “cronista” teatral que captura ese hecho efímero para ponerlo negro sobre blanco. Por ello, la función no terminó anoche ni con los aplausos ni cuando se bajó el telón sino con la información que hoy se publica y que no todas las representaciones tienen como colofón.

DIARIO DEL ALTOARAGÓN organiza como apoyo al Ayuntamiento de Biescas este hito cultural en la provincia, que radica en traer las artes escénicas al Pirineo y en atraer con su magia espectadores de cualquier lugar. Porque la Feria de Teatro de Biescas forma parte ya del mapa cultural de muchos amantes del teatro que disfrutan de la calidad de una cita de grupos amateurs pero con mucha trayectoria y experiencia.

Y dentro de la programación siempre hay sorpresas, como el espectáculo de princesas y dragones, música y fantasía con el que se estrenó la décima edición de esta cita en un Centro Pablo Neruda que completó su aforo. Ese momento efímero no se volverá a repetir, ni aunque se recuerde en unas líneas, pero lo que siempre permanece es el poso de esta Feria, que siembra el amor por las artes escénicas lejos de los grandes circuitos culturales.