Opinión
Por
  • Jesús Guerrero. Portavoz del Partido Aragonés (PAR) en las Cortes de Aragón

La importancia del PAR en Aragón

Arturo Aliaga, presidente del PAR.
Arturo Aliaga, presidente del PAR.
Pablo Segura

Más de 45 años unidos a la reciente historia de Aragón y los que vendrán. El PAR ha sido y es un partido esencial. Ha contribuido y contribuye a hacer una Comunidad más próspera, y sigue siendo fundamental para la estabilidad y gobernabilidad.

Si el pasado no se entiende sin el Partido Aragonés, tampoco se entiende el futuro. A veces pienso que la política tiene la magia de cambiar el mundo desde las ideas, y otras me abochorno y siento que el poder que rodea a algunos de los que operan desde “la cosa pública” e incluso desde fuera, opaca el verdadero objetivo que debería ser y acaba no siendo.

Los últimos capítulos de la vida política aragonesa dejan un sabor especialmente agrio cuando “la novela” te pertenece. Cuando nada tienen que ver “ojiplático” me quedo, permítanme la expresión, al comprobar cómo algunos signos o siglas ajenas se están convirtiendo en puro recuerdo. Y todo, tejido en muchos casos en una red de intereses de diferentes tipos difícilmente comprensibles cuando entran en juego prácticas que desvalorizan la virtud consciente de la lealtad política y otros menesteres.

No me gustan los meneos a los que ha sido sometido el PAR y su máximo dirigente, Arturo Aliaga. Semejantes movimientos me aferran, todavía más si cabe, al concepto de fiabilidad y nobleza política que siempre he defendido y defiendo como parte imprescindible en esto tan serio de la cosa pública. Las aspiraciones son legítimas y el cambio de opinión sobre una determinada cuestión o manera de hacer política también, pero la ingratitud no la puedo comprender, como tampoco entiendo las actuaciones y formas de una parte de la Ejecutiva después de conocerse la sentencia que dictaminó que se habían producido “irregularidades formales” en el XV Congreso celebrado el pasado mes de octubre de 2021.

Judicializar el partido no es lo más pertinente. Por eso, el presidente del PAR, Arturo Aliaga, siempre ha expuesto su voluntad de cumplir la sentencia y defender el honor del PAR “por encima de todo”.

Es verdad que la ley te ofrece la oportunidad de recurrir, pero entiendo que acogerse a ese derecho a pocos meses de la cita con las urnas podría perjudicar al Partido inmerso en el proceso electoral. La Audiencia podría invalidar las decisiones adoptadas por el PAR hasta que la sentencia sea firme.

Una vez expuesta mi opinión he de recordar la evidencia. Somos el único partido de centro aragonesista. Tenemos vocación de partido al servicio de Aragón y realizamos una férrea defensa de lo nuestro desde hace más de cuatro décadas. Defendemos el máximo nivel de autogobierno desde el respeto al marco constitucional, el reconocimiento de nuestros derechos históricos y un sistema de financiación autonómica suficiente que todavía no se ha producido por los intereses políticos de PP y PSOE en Madrid. Seguimos y seguiremos reclamando un nuevo modelo que sea justo con Aragón, que atienda nuestras singularidades como la despoblación, el envejecimiento, la orografía o el carácter fronterizo que tanto encarecen la prestación de servicios. Y además, Aliaga ha sido capaz de centrar políticas de izquierdas y derechas que han concluido y concluyen en compromisos mayoritarios que afectan favorablemente a la gran masa social. Arturo Aliaga ha vuelto a llevar el PAR al Gobierno y con ello, ha realizado un ejercicio de responsabilidad política por Aragón quizá poco visible pero imprescindible para la estabilidad y la gobernanza fruto de su talante negociador y compromiso.

Desde el Gobierno de Aragón hemos reforzado la posición competitiva de las pymes, la captación de inversiones, el sector de la nieve. Para nosotros es fundamental y prioritario el impulso de la economía en el que también nos hemos centrado en un periodo convulso con medidas para luchar contra la pandemia y apoyando a los más afectados.

Sobra decir que gestionamos con nota excelente los sectores estratégicos como la industria, el comercio, la logística, el turismo, la energía o la agroalimentación, y que apostamos decididamente por la innovación y la transformación digital. Nuestra apuesta es el territorio y su futuro. Nuestros alcaldes, concejales y la calidad de vida de la gente. Nuestras ciudades y nuestros pueblos. Eso es lo nuestro.