Opinión
Por
  • Guillermo Boix

Huesca, una ciudad para jubilarse en casa de tus padres

La compra de una vivienda queda fuera del alcance de la mayoría de los jóvenes.
La compra de una vivienda queda fuera del alcance de la mayoría de los jóvenes.
S. E.

PASAN los años y seguimos con el mismo problema: el acceso a la vivienda. La escalada de precios del alquiler es inasumible para casi cualquier tipo de unidad familiar. Cada vez se hace más complicado, casi misión imposible, encontrar un piso por menos de 500 euros en Huesca, y a esto se le suma la subida de las hipotecas de interés variable. La solución que nos brinda esta ciudad no viene por el actual equipo de gobierno socialista, que como ya sabemos siempre dice que no dispone de parque de vivienda. La única solución pasa, o bien por compartir piso, o por pedir ayuda a la familia.

Si te metes en la piel de una persona que viene a Huesca a trabajar por unos meses te entra un sudor frío. ¿Cómo puede alguien pagar 2.000 euros, si sumas mensualidad y fianzas varias, para poder entrar en un piso de alquiler? La vida aprieta y el Ayuntamiento debería estar poniendo sobre la mesa soluciones. Pero por lo visto, tanto PP y PSOE están a otras cosas.

Desde Podemos hemos trabajado en una ley de vivienda que nos permita vivir de una forma digna a las personas que alquilamos y que no tengamos que dedicar más de la mitad del salario al alquiler de un techo. También pedimos que los bancos, grandes beneficiarios de todas las crisis, se abrochen un botón del cinturón, que lo tienen bien holgado, y frenen la escalada de precios de las hipotecas variables, pero no encontramos el apoyo ni de un PSOE, escorado a la derecha, ni de las derechas que, como es obvio, están al servicio de los que más tienen. Esperamos que pronto se desbloquee en el Congreso para poder beneficiarnos de ella.

Pero me estoy yendo por las ramas y creo que toca hablar del Ayuntamiento oscense, que durante este mandato ha permitido que la Oficina Municipal de Vivienda permaneciera cerrada durante dos años, que ha dedicado un esfuerzo encomiable, titánico, a la redacción de un protocolo de ocupación ilegal de vivienda que no se utiliza, porque el problema en Huesca no es la ocupación, el problema en Huesca es que hay muchísima vivienda vacía que no sale al mercado.

Hemos propuesto en pleno infinidad de fórmulas, pero siempre que hablamos de vivienda, ya sea en el pleno de la ciudad de Huesca o en cualquier conversación de pasillo, aparece esa gran palabra: competencias. No me cabe ninguna duda de que hay que repartir y conocer las competencias que tiene cada Administración, pero en este caso, por h o por b, nadie la tiene y nadie resuelve el problema.

Las propuestas han sido diversas, ya sea adquirir pisos de la Sareb para poder hacer con ellos alquileres asequibles, que las viviendas vacías de grandes propietarios paguen más por el IBI para incentivar el mercado, que se sepa con qué recursos habitacionales cuenta el consistorio, para poder dar un mejor servicio a la ciudadanía y un largo etcétera. Pero o bien por rechazo de la mayoría del pleno o bien porque se aprueba y se queda en el cajón, no se han llevado a cabo nuestras propuestas.

Para atajar la situación de la vivienda hay soluciones. Desde Podemos tenemos las fórmulas; ahora lo que hace falta son políticos valientes que asuman su papel y hayan vivido el problema de la vivienda en primera persona. Por eso nunca fue más necesaria la gente de bien: esas personas que empatizan con los que menos tienen, ese 99 % de la población. Las que no están a los intereses de los que más tienen. Esa gente de bien es la que tiene que entrar en los gobiernos para gestionar cuestiones que tienen que resolverse ya, porque tener un techo asegurado y asequible permite a las personas avanzar en la vida y disfrutarla.

La solución no pasa por jubilarnos en casa de nuestros padres: la solución pasa por topar los precios del alquiler, limitar la subida de las hipotecas, aumentar el parque público de vivienda y no tener casas sin gente y gente sin casas. Basta ya de poner la excusa de que el Ayuntamiento no tiene competencias. Trabajemos juntos para que la vivienda deje de ser un problema para la gran mayoría de nuestras vecinas y vecinos.