El desenlace de Canal Roya

NO SE ENTIENDE muy bien eso de que todos quieran inicialmente pero que finalmente no se pueda, especialmente cuando ya se contaban con 26,4 millones de euros de fondos de la UE para acometer la unión de las estaciones de esquí del Pirineo. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha dado por “finiquitado” el proyecto si la Diputación Provincial de Huesca “no lo ve”. Esta última, por su parte y a falta de los detalles que pueda ofrecer hoy su presidente, temía no llegar a cumplir los plazos de ejecución y se perdieran dicho fondos.
La unión de Formigal, Astún y Candanchú para conseguir un gran dominio esquiable capaz de competir con los mejores destinos europeos ha sido una demanda por la que se han salido muchas iniciativas y se han dado muchos pasos. Pero hasta aquí. Quizá no era el momento, en vísperas de elecciones autonómicas y municipales, para sacar adelante un proyecto estratégico para el sector de la nieve, indiscutible motor económico y social de tres de las cuatro comarcas pirenaicas que tienen estaciones.
Es posible que no se haya informado lo suficiente a la ciudadanía de la importancia y la repercusión de un proyecto que en el valle del Aragón lo ven como una garantía de futuro. El Gobierno de Aragón ha convocado reuniones con alcaldes y agentes implicados para trasladar la unión en torno a un proyecto de comunidad. Sin embargo, el proyecto queda ahora paralizado. Quizá haya que retomar la idea poco más adelante con serenidad y una profunda reflexión del futuro de un sector que necesita un plan de la nieve e inversiones en infraestructuras si que quiere que siga siendo un destino preferente.