Las necesidades del campo

CON MUCHO RUIDO pero con poca agua, la tormenta eclipsó unas horas la capital oscense, pero no sirvió de nada para paliar la sed del campo altoaragonés, que sigue sufriendo las consecuencias de la sequía y, además, las del granizo.

Sin embargo, la lluvia de votos del día 28 y sus consecuencias, un auténtico “tsunami” para el PSOE y en general el bloque de la izquierda, sí que han logrado eclipsar por completo uno de los temas que más sigue preocupando a los agricultores, al que se añade ahora la previsible ralentización de las posibles medidas que les puedan ayudar a paliar la situación del sector primario con grandes pérdidas económicas.

Agroseguro arroja el dato de que hay más de 3.700 hectáreas afectadas por las tormentas de pedrisco en la provincia en este 2023, especialmente por las del jueves 25 de mayo. De hecho, el Consejo de Gobierno ha acordado instar al Estado a declarar zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil las localidades de Pomar de Cinca e Ilche, por las inundaciones que sufrieron el pasado 26 de mayo.

Del cambio climático y de las medidas para paliar la sequía apenas se acuerda nadie, en un momento en el que todavía se vive la resaca electoral del 28-M con la siguiente cita con las urnas el próximo 23-J, para la que ha comenzado la campaña (si no lo había hecho ya, a pesar de que las generales no estaban previstas hasta diciembre). En diversos puntos de la provincia cayeron ayer entre 10 y 15 litros por metro cuadrado y ahora se espera que pueda continuar las lluvias, aunque también pueden ir acompañadas del temido granizo. Que nadie se olvide de la situación del sector, que la campaña continúa.