Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Los polígonos industriales

Fotografía de vehículos estacionados en un polígono industrial de Huesca.
Fotografía de vehículos estacionados en un polígono industrial de Huesca.
Pablo Segura

LO DE POLÍGONOS industriales suena casi a algo extemporáneo, a una denominación que se mantiene por la fuerza de la costumbre, pero que cada vez tiene menos que ver con la realidad de la capital oscense, donde priman las empresas de servicios.

Las grandes industrias que siguen en la memoria colectiva de la ciudad como Industrias Luna, Meyba, Sanyo, Mildred o Humsa desaparecieron ya hace muchos años y, aunque hay otras como Bada o Gaypu, la realidad es que no se ha sabido recuperar actividad de este tipo que generaba muchos empleos.

Desde hace unos años, la mirada se ha fijado en Plhus y se animó al traslado desde las instalaciones más pegadas al casco urbano. Pero ni este se ha desarrollado lo suficiente ni el resto de zonas industriales de la ciudad se han mantenido como los empresarios reclaman. Al margen de las empresas que haya, es necesario actualizar instalaciones y mejorar las conexiones para que resulten atractivas.

Una de las reclamaciones es la construcción de una rotonda en el cruce de la calle Alcañiz con la calle Badalona. No hay más que pasar en hora punta, y hay unos cuantos momentos críticos el día, para darse cuenta de que es muy complicado salir de la calle. Además, para esta zona sería importante que hubiera un paso que uniera la calle Teruel con Juan XXIII, para evitar la cicatriz que supone la vía con la actual configuración. Además, reclaman una variante Este, entre avenida de Monegros y el Sepes, que evite el paso de camiones por la ciudad, por la avenida de los Danzantes. El nuevo gobierno tiene que tomar nota de estas obras que supondrán grandes avances para la ciudad, como lo fue el puente Pedro Lafuente.