La medicina y el medio rural

EJERCER la medicina y la pediatría en el medio rural puede ser apasionante y enriquecedor, según aquellos que han apostado por quedarse en una localidad pequeña, como el sobrarbense Enrique Berdún, jefe de Pediatría del Hospital de Alcañiz, que anima a otros profesionales a mirar al medio rural como una opción laboral y de vida. Sin embargo, las cifras cuentan otra cosa y es que de las 30 vacantes de nuevos contratos de médicos de la provincia solo se han cubierto tres: dos en Biescas y una en Aínsa para los puntos de Atención Continuada, que vienen a ser las urgencias de los centros de salud fuera del horario matinal de consultas. El problema no es nuevo, pero es más acuciante.
Si antes las dificultades para contratar se ceñían más al verano, ahora se puede decir que se ha desestacionalizado, porque vacantes de todo el año siguen sin cubrirse. Por ello, ya no es una cuestión de voluntad política de cubrir los puestos sino un problema como sociedad que hace que los nuevos médicos elijan las ciudades y, además, las más grandes.
Desde los colectivos médicos reclaman incentivos para cubrir estas vacantes. Sería parte de la solución una vez que el problema está creado, pero la realidad es que esto no solo sucede en la medicina sino también en la escuela rural, solo que aquí el sistema es muy distinto. Históricamente, no hay maestro en la ciudad que no haya pasado por algún pueblo. Seguramente si hubiera carencia de profesionales, pasaría lo mismo, pero no es el caso. Por ello, la ampliación de plazas en las universidades o la implantación del grado completo de Medicina en Huesca puede ser un inicio de solución, pero finalmente tendrán que ser muchas pequeñas medidas para conseguirlo.