Felices fiestas

EL MOMENTO más esperado del año en la capital oscense ya está aquí: el disparo del cohete que desata la euforia colectiva y siete días de fiesta continua. Huesca va a vivir los momentos más emotivos y, tras una jornada en la que domina la alegría, se da paso al sentimiento más puro del fervor laurentino. Las fiestas mantienen un modelo muy consolidado, que permite en ocasiones incluso no mirar el programa, porque ya hay actos que se repiten cada año desde hace décadas, precisamente porque la ciudadanía lo quiere así. Cambiar sería un error.
No significa esto que no se pueden introducir nuevas dinámicas, como también se ha venido haciendo. Es cierto que el nuevo equipo de gobierno apenas ha podido introducir nuevos aspectos, porque no ha habido tiempo, porque realmente en año de elecciones corresponde al anterior dejar la programación cerrada. Así ha sucedido este año, aunque hoy se vivirá uno de esos cambios en las costumbres. Desde que se introdujera el acto del saludo al santo, que organizan las Peñas Recreativas Oscenses, este tenía lugar después de la cabalgata. Por primera vez, se ha decidido realizarlo antes, precisamente para que tenga un mayor realce y solemnidad.
Nos esperan las fiestas de siempre, para vivirlas como nunca, porque cada vez se acumulan nuevas vivencias, aunque se tenga ganas de volver a ver a los danzantes, de ir a los toros, se bailar con las orquestas... Con todo, la grandeza de las fiestas de Huesca va más allá de su programa de actos, son fiestas que acogen, que integran a toda la ciudadanía comenzando por el ‘uniforme’ blanco y verde, porque son fiestas para compartir. ¡Viva Huesca!, ¡Viva San Lorenzo!