Críticas constructivas

EL PRESIDENTE de la Asociación Provincial de Hostelería, Carmelo Bosque, invita al sector a hacer una reflexión para encontrar puntos de mejora para la hostelería y, en general, para el turismo en la ciudad. Habla de experiencias, de sorpresas, de creatividad, de imaginación... De emociones, en definitiva. La capital oscense también tiene que emocionar.
Este es el gran reto, el desafío al que se enfrentan los hosteleros, pero también el conjunto de la ciudad. Uno de los objetivos que se ha marcado la alcaldesa de la ciudad, Lorena Orduna, es conseguir que la capital no sea un lugar de paso y que el turista la conozca y la disfrute. Precisamente, la gastronomía es ahora uno de esos puntos fuertes y polo de atracción para muchos visitantes. Sin embargo, desde el propio sector se aprecian puntos de mejora.
Bosque apunta que las fiestas de San Lorenzo son el mejor momento para demostrar que la ciudad goza de una gran calidad en la cocina, pero en muchos establecimientos la excelencia estos días se olvida. La intensidad de la fiesta y las multitudes confunden y parece que todo vale, pero no es así. Parece que hay que aceptar largas esperas, que no limpien las mesas o que en los baños haya que entrar con botas de agua porque es San Lorenzo. Pero no es eso lo que tiene que indicar que la fiesta se vive al límite. Y, después, todo cerrado por vacaciones, apunta Bosque, quien aboga por buscar soluciones para que la ciudad no dé la imagen de quedarse vacía. Aunque esto también sucede en los pueblos turísticos fuera de temporada, es importante que todos los agentes implicados, instituciones, hostelería, comercio y otros servicios, busquen la fórmula para que Huesca invite a descubrirla.