Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Siglo XXI

Bentué de Rasal.
Bentué de Rasal.
S.E.

En la era de las nuevas tecnologías, un pequeño pueblo de la Hoya de Huesca, Bentué de Rasal, teme quedarse ‘incomunicado’. Y es que no hay cobertura móvil y la línea fija desaparecerá en los próximos meses, previsiblemente antes de fin de 2024. El motivo: la orden de la Unión Europea de retirar todas las instalaciones de cobre. Son solo seis vecinos que, mayoritariamente, tienen en la agricultura y la ganadería su profesión, pero suman 31 casas abiertas, la mayor parte segundas residencias que solo abren en periodo vacacional.

Están a tan solo 9 kilómetros de Arguis, solo 10 kilómetros los separan de la autovía del Pirineo y 30 de la capital altoaragonesa. Pero allí, en pleno valle del Garona, es imposible teletrabajar. Es más, cuenta el alcalde que para determinados trámites de la PAC tienen que tomar fotos de las parcelas y los animales. Pero son “imposibles de enviar y no vas a estar subiendo al pico Peiró o al del Águila para mandarlas”, critica .

La empresa de Telefónica asegura que “nadie perderá la línea fija de teléfono” y que donde retiran cobre, colocan fibra, y si no, cobertura móvil. De momento, a los vecinos que lo han intentado, con la alta velocidad, les responden que no puede instalarse. Y sus intentos por colocar una antena que les permita a las seis personas que viven habitualmente y a las decenas que llegan en periodo vacacional tener cobertura móvil, de momento, no ha fructificado, pero siguen intentándolo. El primer escollo fue que la comarca, con quien gestionaban el proyecto, no tenía competencias. Ahora es la Diputación de Huesca quien les está ayudando y, seguramente, llegarán a buen puerto. Y es que si algo está en el ADN de la institución es potenciar las tecnologías y luchar contra la despoblación.