Opinión
Por
  • Félix Rodríguez Prendes

La barbaridad de la amnistía

Decenas de personas se manifiestan contra la amnistía en Barcelona.
Decenas de personas se manifestaron contra la amnistía en Barcelona.
EFE

LA AMNISTÍA es un instrumento jurídico del poder legislativo que tiene por objeto perdonar y en consecuencia obviar el enjuiciamiento penal de algunas personas con respecto a una conducta criminal cometida antes de la aprobación de la amnistía. Con la amnistía se puede lograr perdonar a personas que fueron culpadas injustamente.

Resulta que con estas consideraciones, no hubo delito en la DUI del año 2017, por lo tanto deduciríamos que los tribunales prevaricaron al enjuiciar a estas personas. Absolutamente demencial. En otros países de nuestro entorno, como le gusta decir a Pedro Sánchez, eso está calificado como alta traición y tiene una pena mínima de 20 años de cárcel. En la II República, implicaba prisión perpetua y así se condenó a Luis Companys y compañía en 1934. Lo que parece imposible de creer es que todos los socialistas, empezando por Pedro I El mentiroso (Luis del Val) que hasta tres días antes de las elecciones consideraban que la amnistía no cabía en la Constitución, de repente se conviertan en defensores de la medida, aunque sea a costa de desautorizar a todo el ordenamiento jurídico español. Pedro I el mentiroso, ha transformado el PSOE, un partido al que debemos, junto con el PP, los mejores años de la democracia española, en un partido caudillista donde, como borregos, se acepta y se aplaude lo que dice el caudillo. Por otra parte, no creo que sea legal que un gobierno en funciones pueda proponer una ley orgánica.

Si está tan seguro de que la medida la quieren todos los españoles, porque según él habla en nombre de España, ¿por qué no se lo pregunta a todos los españoles y no solo a sus militantes? Hay que hacerle recordar que si bien es Secretario General del PSOE, es presidente de todos los españoles. Lo de la consulta a la militancia a través de la web del partido es una tomadura de pelo; recuerden que a la militancia de Podemos, le pareció fantástico que su líder se comprara un chalet en Galapagar, cuando había prometido que nunca se iría de Vallecas.

Hay quien justifica la amnistía comparándola con la que se concedió en 1977. Hay algunas diferencias: Se trataba de un cambio de régimen. Figuraba en el programa electoral de la UCD y era aplaudido por todos los partidos, así que nada que ver con lo que pretende Pedro I el mentiroso.

Pedro Sánchez es lo más parecido a Nicolás Maduro: preside el ejecutivo, quiere tener controlado al poder judicial, ya tiene al Tribunal Constitucional; y ha trasformado a la mayoría parlamentaria en un vasallo que se limita a aplaudir sus ocurrencias