Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

Todos los Santos

Una jornada para recordar a los que ya no están con nosotros.
Una jornada para recordar a los que ya no están con nosotros.
Javier Navarro

UN DÍA PARA EL RECUERDO que se traduce en miles de desplazamientos y visitas a los cementerios, en la vuelta a los pueblos para recordar a los antepasados, en reencuentros íntimos ante una lápida a pesar de la multitud del entorno. Eso es el Día de Todos los Santos, que llenó de flores ayer los camposantos de la provincia, una tradición que se mantiene para honrar a familiares y amigos.

Pero en este día, también hay un recuerdo histórico en cementerios como el de la capital oscense, donde la comitiva municipal visita la tumba de los alcaldes y concejales republicanos asesinados, el alcalde Mariano Carderera, el primer teniente de alcalde Mariano Santamaría, y el concejal Manuel Sender y el trabajador municipal Miguel Saura, fusilados el 13 de agosto de 1936. También se recorre el osario así como las tumbas del general Manuel de las Heras, que se enfrentó a la rebelión de Jaca de 1930, y a escasos metros de uno de los líderes de la sublevación, el capitán Ángel García Hernández; mientras que en la parte civil, reposa el capitán Fermín Galán. Por otro lado, en el cementerio de Las Mártires, también se recuerda a los republicanos de las Cinco Villas que cayeron en Huesca.

Son guiños a la historia, aunque en esta jornada prime el sentimiento individual y los encuentros familiares, en muchas ocasiones en torno a una mesa con dulces propios de este día, o aprovechando el festivo y los desplazamientos para disfrutar del espectáculo de los colores de otoño que ofrecen ahora los bosques y del sonido de las caudalosas casadas tras días de lluvias intensas. Una día para el recogimiento pero también para el recuerdo colectivo.