Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Heridos de muerte

El Glaciar de Monte Perdido se divide ya en tres cuerpos.
El Glaciar de Monte Perdido se divide ya en tres cuerpos.
PN Ordesa y Monte Perdido.

LOS GLACIARES están heridos de muerte. Si este verano se daba a conocer que el del Aneto podría desaparecer en los próximos diez (durante el verano quedó al descubierto el hielo fosilizado); esta vez, otro informe alerta de que el de Monte Perdido encadena sus dos peores años desde que hay mediciones. Su parte inferior se ha dividido en dos, una oriental y otra más occidental, y ha habido pérdidas, en tan solo el último año, de hasta ocho metros en algunos puntos.

Los datos los dio a conocer ayer el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en sus redes sociales. Son los resultados de las investigaciones que llevan a cabo el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y las universidades de Zaragoza y del País Vasco.

Y es que los glaciares pirenaicos responden rápidamente a los cambios climáticos debido a diferentes factores como su latitud, la influencia mediterránea y también su pequeño tamaño, diezmado en las últimas décadas. Estas masas de hielo son extremadamente sensibles al incremento de las temperaturas que en los dos últimos años no han dado tregua y han acelerado una transformación agónica. Sólo queda un 10 % de las áreas con hielos permanentes que había a mitad del siglo XIX, un porcentaje que se reduce verano tras verano. Como ejemplo, el Aneto. En 1982 cubría 150 hectáreas, hoy es menos de un tercio, 47.

Los cambios que sufren son claros signos de un cambio climático que cada día acecha con más fuerza. Una amenaza que requiere de un plan global y un compromiso, empezando por el de cada persona de forma individual pero también de cada empresa y cada administración. No hay marcha atrás pero sí puede haber más compromiso con el planeta.