Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Clamor en todo un país

La plaza de San Antonio se ha llenado para unirse en un mismo claro en contra de los pactos de investidura de Sánchez
La plaza de San Antonio se ha llenado para unirse en un mismo clamor en contra de los pactos de investidura de Sánchez
Verónica Lacasa

LAS CONCENTRACIONES o manifestaciones que llenaron ayer plazas y calles de toda España visibilizaron el desacuerdo de una buena parte de la sociedad con la deriva de un gobierno en funciones que quiere aferrarse al poder aunque sea con una cesión inédita al independentismo. Sonaron muchos ¡Viva España!, que se gritaron con ganas de defender sin ningún tipo de complejo la “indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”, como dice la Constitución, cuyos valores podrían debilitarse. Los acuerdos con ERC, Junts, PNV o Bildu, en los que Sánchez se ha comprometido con la ley de la amnistía, la condonación de la deuda, o con abrir un diálogo para el reconocimiento nacional de Euskadi, para conseguir los apoyos suficientes a su investidura, se han denunciado en la calle. La respuesta a la insólita llamada del PP ha sido contundente para pedir respeto a la Carta Magna e igualdad entre Comunidades.

Huesca también formó parte de ese clamor que se escuchó en todas las capitales de provincia, y en torno a 3.000 personas -según datos, tanto del PP que convocaba como de la Subdelegación del Gobierno- se concentraron en la plaza de San Antonio con problemas contra Sánchez.

Las protestas de al mediodía de ayer son una expresión más del descontento de una buena parte de la población con los acuerdos alcanzados, mientras los jueces y fiscales han expresado sus temores y Europa mira a España con “preocupación”. Todo apunta a que Pedro Sánchez será investido presidente esta semana, pero quizá haya pasado lo fácil, gobernar será otra cuestión. El PSOE tiene que reflexionar hasta dónde está dispuesto a llegar. Aún está a tiempo.