Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Un gran Huesca

Jugadores del Huesca celebran el triunfo ante el Zaragoza.
Jugadores del Huesca celebran el triunfo ante el Zaragoza.
Laura Ayerbe

LA AFICIÓN AZULGRANA tenía ganas de ver un equipo sólido que permita escalar posiciones en la tabla y lo ha visto, por fin, en La Romareda. La reacción del Huesca, tras la llegada del nuevo entrenador Antonio Hidalgo, se confirma. Ahora, solo se espera que la confianza que da el triunfo contribuya a forjar más actuaciones como la de ayer, que permite sumar tres puntos y la segunda victoria fuera de casa, pero sobre todo, insufló ilusión. Y de ahí nace la fuerza para no reblar.

Los resultados han cambiado y las sensaciones también. Huesca mira a su equipo con ilusión, con la ambición de llegar más arriba, con el sueño que ya nunca se puede olvidar de volver a jugar de nuevo en Primera. Porque con cada uno de los goles de ayer, es inevitable que vuelvan a recorrer el cuerpo de la afición todas esas sensaciones que se vivían anteayer y que todavía están muy recientes.

El equipo tiene mucho trabajo por delante con el nuevo entrenador, en una temporada de la que todavía queda mucho por jugar. Pero la actuación de ayer ayuda a ensalzar la devoción por la Sociedad Deportiva Huesca que, debido a los resultados de los últimos tiempos, no pasa por su mejor momento económico, aunque tampoco está en peligro. Por ello, los goles son el mejor antídoto para casi todo. En este todo, más allá de la aritmética deportiva y de las cuentas del club, se incluye la imagen que proyecta Huesca al resto de España y el dinamismo que inyecta un gol en la calle, incluso para aquellos que no acuden a El Alcoraz a ver los partidos. El Huesca es capaz de unir a toda una provincia por una misma pasión. Y solo eso ya es un gran triunfo. ¡Viva el Huesca! Fieles siempre sin reblar.